MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
El Partido Animalista PACMA ha solicitado hasta 18 meses de cárcel para dos empleados del laboratorio Vivotecnia por presunto maltrato animal al aparecer en varios vídeos difundidos en abril de 2021 realizando procedimientos experimentales con conejos y ratas incumpliendo la normativa vigente sobre bienestar animal.
En su escrito de acusación, el partido solicita 18 meses y un año de prisión, respectivamente. Los acusados, un técnico de laboratorio y un cuidador de animalario, se enfrentan a delitos continuados de maltrato animal, mediando ensañamiento.
El laboratorio está siendo investigado por la Justicia a raíz de una querella de PACMA, junto con el Santuario Vegan, Salvando Peludos y el Centro Rainfer.
La querella se interpuso a raíz de la difusión de unas imágenes en abril de 2021 que mostraban cómo el personal de dicho laboratorio “maltrata, humilla y realiza prácticas presuntamente ilegales a perros, conejos, ratones, macacos, cerdos y otros animales empleados en la experimentación”.
El técnico de laboratorio, para quien se pide la pena de 18 meses de prisión, aparece en las imágenes haciendo lo que parece ser una punción del seno retro orbital de diversas ratas mientras estas se mueven, por lo que no estarían anestesiadas.
INFORME DEL SEPRONA
En el informe aportado por el SEPRONA se expone que “el trabajador ha realizado la técnica haciendo caso omiso a los directrices estipuladas y reguladas en el PNP (Procedimiento Normalizado de Trabajo) mostrando desconsideración, crueldad y desprecio hacia el animal conllevando un sufrimiento innecesario al animal, por lo que en tales condiciones el experimento nunca hubiera sido autorizado”.
En el caso del técnico de animalario, para quien se pide la pena de un año de prisión, en el informe se indica que “procedió a administrar una inyección a un conejo que se encontraba en un cepo sin cerrar”.
Así pues, “el dolor producido al conejo hizo que, como era previsible, se escapara del cepo cayendo al suelo chillando al fracturarse la columna y quedando en principio inmóvil para posteriormente convulsionar”.
Explican que, el acusado, a pesar de ser consciente del estado del animal y del sufrimiento que había producido en el mismo, “lo cogió por el cuello y lo arrojó de nuevo dentro del cepo para continuar administrando la inyección”.
PACMA pide, además de sendas condenas, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y durante tres y cuatro años, respectivamente, para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales.
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