MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Tres miembros más del grupo armado de ultraderecha Oath Keepers y un cuarto individuo han sido declarados culpables este lunes por un jurado por un delito de conspiración sediciosa en relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Roberto Minuta, Joseph Hackett, David Moerschel y Edward Vallejo han sido condenados por conspirar para impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020 y materializar sus planes en el ataque a la sede del Legislativo estadounidense.
Estas condenas supone una victoria para el Departamento de Justicia, que planteó esta acusación muy poco frecuente contra los ahora convictos y se suman a las recientes condenas por este mismo delito impuestas al fundador de los Oath Keepers, Stewart Rhodes, y a la líder del grupo en Florida, Kelly Meggs.
Minuta, originario de Nueva Jersey, era uno de los “hombres de confianza” de Rhodes, según la acusación, mientras que Hackett ejercía de gancho para reclutar a nuevos miembros del grupo en Florida.
Moerschel formaba parte del “ariete” que irrumpió en el Capitolio al frente de la multitud de simpatizantes del expresidente Donald Trump y Vallejo era uno de los líderes de la “fuerza de reacción” armada que hizo un llamamiento a una “guerra de guerrillas” en la mañana del 6 de enero de 2021, informa la CNN.
Las deliberaciones del jurado comenzaron la semana pasada tras un alegato final de la acusación que instó a los miembros del jurado a ignorar el argumento de la defensa de que eran simplemente seguidores de Rhodes.
Este mismo lunes se ha conocido que Richard Barnett, un hombre de Arkansas de 62 años conocido por la fotografía en la que se le podía ver con los pies sobre la mesa del despacho de la congresista demócrata Nancy Pelosi durante el asalto al Capitolio, ha sido declarado culpable de ocho delitos por un jurado.
Entre los delitos está la entrada en una zona restringida, permanencia en la misma con un arma mortal o peligrosa y obstrucción de un procedimiento oficial. La pena no se conocerá hasta mayo y mientras permanecerá en arresto domiciliario con una tobillera GPS. Podría ser condenado a hasta 20 años de cárcel.
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