CORIA DEL RÍO (SEVILLA), 21 (EUROPA PRESS)
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Coria del Río (Sevilla), que indaga el prolongado episodio de contaminación y hedores en la barriada Guadalquivir de dicho municipio, ha acordado solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica un peritaje especializado de los pozos negros de la zona, tras reclamar los afectados tal extremo como posible “segundo foco” de la contaminación, además del ya detectado vertido de hidrocarburos de la gasolinera de Zamarrilla Inversiones S.L. enclavada en dicho entorno.
En concreto, y según han informado a Europa Press fuentes del colectivo, la representación de los afectados había solicitado al juzgado instructor unas nuevas diligencias, en torno a la conocida hipótesis de que además del mencionado vertido de hidrocarburos de la gasolinera, en este caso de contaminación y hedores pesen también unos “pozos negros” cargados de residuos que podrían haber sufrido alguna filtración.
Sobre esta posibilidad, los afectados habían solicitado la confección de un informe técnico, así como esclarecer aspectos cómo a quién correspondería el sellado y control de tales pozos negros, tras lo cual el juzgado ha acordado pedir al Ministerio para la Transición Ecológica, responsable de las políticas de medio ambiente, una inspección técnica de los citados pozos negros.
Ello, en esta causa judicial por un presunto delito contra el medio ambiente y los recursos naturales con afección grave a la salud de las personas, que de momento cuenta con la citada fuga de hidrocarburos en la gasolinera cercana a las viviendas de los afectados.
EL ORIGEN DE LAS “FUGAS”
Recordemos que cuando el pasado 16 de octubre de 2020 prestarondeclaración como investigados los administradores y el gerente de la gasolinera, los mismos habrían negado que la instalación, gestionada por Zamarrilla Inversiones S.L., sufriese “fugas” en sus depósitos de combustible o cualquier “vertido” de sustancias contaminantes, alegando que en 2019 fue implantado en el recinto un sistema de prevención de filtraciones desde los depósitos al subsuelo. Además, habrían expuesto que el recinto cuenta con una “barrera hidráulica”.
Así, los tres investigados habrían negado ante el juzgado que los episodios de contaminación y hedores investigados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil a instancias de la Fiscalía, a raíz de la denuncia interpuesta por residentes de la barriada Guadalquivir, deriven de la actividad de la gasolinera, aludiendo a una “contaminación histórica” en la zona, cuyo origen estaría pendiente de esclarecer aún, según su tesis.
En las actuaciones realizadas, en cualquier caso, se ha detectado, tras mediciones realizadas en el interior de varios domicilios de la citada barriada, la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV) derivados de hidrocarburos, así como Sulfato de Dimetilo, muy tóxico por inhalación, según la Guardia Civil. Los agentes del Seprona detectaron igualmente, en las proximidades de la gasolinera intervenida la presencia de un vertido de hidrocarburos.
ESCAPES O VERTIDOS
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes o vertidos contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales, se ha producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno de la gasolinera.
Dicha contaminación “ha dado lugar a un daño sustancial a la calidad de las aguas subterráneas y, por los flujos de descarga de los acuíferos y su cercanía al cauce, se produce una situación de grave perjuicio para el sistema natural del estuario del Guadalquivir, así como un riesgo importante de grave perjuicio a la salud de las personas” de la zona.
Para confirmar tal extremo, la Guardia Civil inspeccionó la gasolinera junto con inspectores del Servicio de Industria y Energía de la Junta de Andalucía, tanto física como documentalmente, comprobándose que existían anomalías en forma de fuga en el depósito de gasolina SP/95, según el Instituto Armado.
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