ZARAGOZA, 13 (EUROPA PRESS)
La Policía Local de Zaragoza ha realizado 6.283 pruebas de alcoholemia durante la campaña de control y vigilancia desarrollada del 5 de diciembre al 8 de enero, la primera fase de ella, hasta el 11 de diciembre, en colaboración con la DGT. En total, se han practicado 1.714 pruebas más que el año anterior y de los conductores sometidos a etilometría, el 2,42% (152) ha dado positivo, una cifra similar a la registrada el año pasado, del 2,39%, con 109 positivos en 4.569 pruebas.
Además, los agentes han detectado 25 positivos por drogas, principalmente por consumo de cocaína, cannabis (THC) y anfetaminas, con porcentajes similares. Las pruebas de detección de drogas no se practica a todos los conductores, solo a aquellos que, habiendo dado negativo en alcohol, muestran signos que evidencian que no se hallan en plenas facultades para conducir, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota de prensa.
Todos estos controles se han saldado con 177 conductores denunciados, 44 por conductas tipificadas como delito y 133 por infracciones de tipo administrativo, que representan el 75% del total. En este sentido, los resultados revelan un descenso de los ilícitos penales, que han pasado de representar el 31,25% de las denuncias el pasado año al 24,8% en esta última campaña.
Como consecuencia de estas infracciones, los agentes de la Policía Local han inmovilizado 90 vehículos, entre ellos, tres motocicletas, tres bicicletas y diez vehículos de movilidad personal (VMP). De ellos, 44 eran conducidos por conductores que incurrieron en delito. En estos casos, el vehículo siempre es inmovilizado porque debe quedar a disposición judicial. En el caso de infracciones administrativas, solo se traslada al depósito en caso de que no haya otro conductor que pueda hacerse cargo de él.
INFRACCIONES
El Ayuntamiento de Zaragoza ha recordado que conducir con una tasa de alcohol superior a la establecida o con presencia de drogas en el organismo constituye una infracción administrativa muy grave con sanciones de hasta mil euros y retirada de 4 a 6 puntos del permiso de conducir.
Esa conducta pasa a ser delito cuando la tasa de alcohol en aire espirado supera los 0,60 miligramos por litro o los 1,2 gramos por litro en alcohol en sangre o cuando se conduce un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas.
En este caso, el conductor se enfrenta a penas de prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses o a trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 noventa días, además de la retirada del carné de uno a cuatro años.
El alcohol está presente en un tercio de los accidentes mortales que se producen como factor concurrente o desencadenante. Conducir bajos sus efectos multiplica, dependiendo de la tasa, entre 2 y 15 veces el riesgo de sufrir un accidente y, además, está vinculado con lesiones más graves. A medida que la concentración de alcohol en la sangre aumenta en el conductor, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa.
Asimismo, supone una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. Actualmente, la ingesta de alcohol representa la segunda causa de accidentes, solo por detrás del exceso de velocidad. Por eso, la única tasa de alcoholemia segura es cero ya que incluso las tasas situadas dentro de los márgenes legales permitidos incrementan el riesgo de sufrir un accidente.
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