Fue Decano del órgano colegiado, senador vasco en la primera legislatura del Senado y participó en la ponencia redactora del Estatuto
BILBAO, 12 (EUROPA PRESS)
El jardín del Colegio de la Abogacía de Bizkaia, que hasta el momento carecía de denominación alguna, lleva desde este jueves el nombre de ‘Jardín Juan Mª Vidarte Lorategia’, en memoria y recuerdo del experto jurista bilbaíno, que fue decano del órgano colegiado, senador vasco en la primera legislatura del Senado y uno de los participantes en la ponencia redactora del Estatuto de Autonomía de Gernika.
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, el hijo de Juan Mª Vidarte, el director del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, y el Decano del órgano colegiado, Carlos Fuentenebro, han descubierto la placa con el nombre del homenajeado, en un acto en el que han estado acompañados por familiares del ex Decano, una representación de quienes formaron parte de la junta de gobierno del Colegio durante sus años como Decano y miembros de la junta de gobierno actual, además de miembros de la corporación municipal.
El Colegio de Abogados de Bizkaia solicitó que la zona ajardinada ubicada en las Rampas de Uribitarte y colindante con el edificio de órgano colegiado llevase el nombre de Don Juan María Vidarte de Ugarte, solicitud que el Ayuntamiento de Bilbao aprobó el pasado mes de noviembre.
Juan María Vidarte de Ugarte nació en Bilbao en 1929 y falleció el 18 de mayo de 2017 también en la Villa. Se licenció en Derecho en la Universidad de Deusto y en 1977 fue elegido senador por Bizkaia por el Frente Autonómico. Fue miembro de la Asamblea de Parlamentarios Vascos y participó en la redacción del Estatuto de Gernika en 1978.
En 1979 fue elegido Decano del Colegio de Abogados de Bizkaia, cargo que ocupó hasta 1987, y también fue miembro del Consejo General de la Abogacía Española de 1979 hasta 2002, y presidente de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Bizkaia en 1982. En marzo de 2016 recibió el Premio Pedro de Lemonauria por el Colegio de Abogados de Bizkaia.
Tras descubrir la placa que da, desde este jueves, el nombre de Juan Mari Vidarte a la plaza junto a las Rampas de Uribitarte y el Colegio de Abogados, su hijo, el director del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, ha mostrado su agradecimiento en nombre de toda la familia, especialmente al Ayuntamiento, y en especial al alcalde y al Colegio de la Abogacía de Bizkaia, ya que fue “una iniciativa que surgió gracias al impulso de la Junta Directiva”.
“Quienes le conocisteis, sabéis bien que Juan Mari hoy sentiría una emoción muy especial al saber que estos jardines van a llevar su nombre, en tanto que supone un reconocimiento muy especial y muy singular de su ciudad, que siempre llevó en su corazón, pero también, y yo creo que eso haría que su alegría fuera mayor, porque éste sea un espacio público, abierto y a disposición de todos los ciudadanos, ubicado, además, frente a lo que fueron dos de sus grandes pasiones, el Colegio de Abogados y el Athletic”, ha manifestado.
Además, ha asegurado que sería un día “muy especial” para su padre por saber que esta iniciativa es resultado de “una idea que ha partido de los que fueron sus compañeros de profesión”. “Espero que este jardín Juan María Vidarte siga siendo, por muchos años, este remanso de paz, lugar de encuentro y una isla de disfrute para todos los ciudadanos de Bilbao y de otros lugares que pasen por aquí”, ha deseado.
“REFERENTE Y MODELO A SEGUIR”
Por su parte, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, se ha referido a la carrera profesional de Vidarte para afirmar que “su conocimiento y experiencia le convirtieron en un referente y modelo a seguir en el ámbito de la abogacía”. A su aportación como decano y senador vasco, ha sumado su “relevante papel como jurista artífice en un hecho histórico: la redacción del Estatuto”.
Además, Aburto ha considerado importante destacar “no solo el aspecto referencial jurídico de Juan Mari”, sino también “su calidad humana, su siempre defensa en favor de la ética, la justicia y los derechos humanos”.
El alcalde ha destacado que, “a partir de hoy, Juan Mari estará para siempre en el callejero de Bilbao, lo cual será un homenaje permanente a quien fue un referente jurídico, pero, sobre todo, un referente en sus valores como persona”.
Por su parte, el decano del Colegio de Abogados de Bizkaia, Carlos Fuentenebro, ha agradecido al Ayuntamiento de Bilbao el que hayan recogido la petición de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Bizkaia porque “Juan Mari se merecía esto y muchas cosas más”. Según ha considerado, la plaza junto al Colegio de la Abogacía de Bizkaia es un sitio “ideal” porque en este lugar “se aúnan sus dos pasiones, además de su familia, como son la abogacía y el Athletic”, ya que el lugar que llevará su nombre se encuentra cerca de Ibaigane.
“ABOGADO BRILLANTE Y MAGNÍFICA PERSONA”
Fuentenebro ha afirmado que Juan Mari Vidarte era “un abogado muy brillante y una magnífica persona”. El decano ha recordado que, entre otras cosas, fue presidente en el comité de amnistía en el año en 1976, presidió en 1982 la Asociación de Derechos Humanos de Bizkaia, fue presidente-ponente del Estatuto de Autonomía y senador en dos legislaturas.
Tras recordar que en 1967 entró en el Colegio de Abogados de Bizkaia como secretario, cargo en el que estuvo cinco años, ha señalado que en 1979 volvió como decano hasta 1987. Fuentenebro ha indicado que Vidarte “inició la modernización del Colegio y fue, junto a su Junta, un decano muy innovador”.
Así, ha destacado que, durante su mandato como decano, el Colegio de Abogados de Bizkaia fue el primero en el Estado en conseguir una cobertura de incapacidad laboral transitoria para todos los colegiados, y, además, fue “el primero que hizo el seguro colectivo de responsabilidad civil para todos los abogados” y creó la primera comisión de asistencia penitenciaria de todo el Estado, además de la Escuela de Práctica Jurídica.
También ha asegurado que Vidarte “le dio una dimensión social al Colegio y a su presencia en Bizkaia”. En ese sentido, ha recordado que, durante su mandato, el Colegio intervino en las dos mayores tragedias que ha tenido Bizkaia, que fueron en 1980 la explosión en un colegio de Ortuella en la que murieron 50 niños y tres profesores y las inundaciones de 1983.
Según ha recordado, el Colegio de Abogados de Bizkaia aportó, por iniciativa de Vidarte y su Junta, 10 millones al Gobierno Vasco para ayudar a paliar las consecuencias de las inundaciones y otras ayudas económicas en el caso de Ortuella para ayudar a todos los afectados.
En el plano humano, ha asegurado que Juan Mari Vidarte era una persona “muy normal, que te hacía sentir importante, una muy buena persona”.
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