MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel han descubierto ocho huevos de avestruz de más de 4.000 años de antigüedad en la arena del desierto del Néguev, en el sur de Israel.
Mientras realizaban un trabajo rutinario previo a la construcción de una zona agraria en la población de Beer Milka, los arqueólogos hallaron ocho huevos en medio de piedras quemadas, herramientas de pedernal y fragmentos de cerámica. Así, los investigadores han concluido que los antepasados de esa época ya cocinaban los huevos, ya que uno de ellos estaba cerca de la hoguera y otro de ellos dentro de esta.
La directora de la AAI, Lauren Davis, ha señalado que al ser nómadas los antepasados no construyeron estructuras permanentes “pero las piedras quemadas, herramientas y fragmentos permiten sentir su presencia en el desierto”.
“Este es un hallazgo muy importante que, con la ayuda de métodos científicos modernos, nos podrá enseñar mucho sobre la gente nómada del desierto en tiempos remotos”, añadió.
El sitio fue hallado por casualidad, ya que la arena de las dunas cubrió durante milenios el campamento prehistórico y fue redescubierto por el movimiento de las arenas también a lo largo de los milenios, que elevó los restos a la superficie nuevamente.
Por ello, Davis destaca que la “excepcional preservación de los huevos” proporciona la oportunidad de permitir ver a los investigadores cómo vivían aquellos nómadas del desierto, y las gigantescas tortillas que consumían.
En aquella época las avestruces eran animales comunes en la zona. De hecho, el doctor de la AAI Amir Gorzalczany, ha señalado que los avestruces suelen encontrarse en contextos funerarios como objetos e lujo o bien transformados en cantimploras.
“Naturalmente fueron usados como fuente de alimento: ¡un huevo de avestruz tiene el valor nutritivo de 25 huevos normales de gallina!”, explicó el experto. También dijo que se sabe que los huevos de avestruz fueron usados en diferentes tipos de ceremonias, por los restos hallados, “y es interesante comprobar que, aunque los huevos de avestruz no son poco comunes en las excavaciones arqueológicas, no se han encontrado huesos de este gran pájaro”.
El experto concluye que tal vez esto indique que en el mundo antiguo evitaban cazarlos y se contentaban con recoger sus huevos. Davis expone que cuando termine la excavación reconstruirán los huevos como un rompecabezas, ya que un huevo completo tal vez les diga más sobre la especie a la que pertenecían y para qué eran usados un rompecabezas”, dijo Davis.
“El huevo completo tal vez nos diga más de la especie a la que pertenecían y para qué eran usados exactamente. Desde mi punto de vista, cada cáscara de huevo vale su precio en oro”, ha apuntado.
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