MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Organizaciones de protección animal de varios países comunitarios han reclamado al Parlamento Europeo que promueva una legislación para prohibir el sacrificio de pollitos macho en toda la Unión Europea, que ascienda a unos 300 millones de ejemplares al año por carecer de valor para la industria del huevo ni servir para carne.
De momento, Alemania, Francia, Italia, Austria y Luxemburgo ya han prohibido esta práctica y a lo largo del año la Comisión Europea presentará una nueva propuesta de bienestar animal que las organizaciones protectoras de animales esperan que incluya su petición.
Así lo trasladaron en una reunión con representantes del Parlamento Europeo organizada por L214 y the European Institute for Animal Law and Policy. En el acto han participado europarlamentarios de Dinamarca, Portugal, Finlandia o Eslovaquia.
La cofundadora de L214 Brigitte Gothière opina que los ciudadanos piden “prohibiciones firmes y sin excepciones para poner fin de verdad a las peores prácticas”. En ese sentido, el vicepresidente de Igualdad Animal Europa, Matteo Cupi, ha valorado que la prohibición del sacrificio de pollitos en algunos países ha supuesto un “avance histórico” que ahora debe extenderse a toda la Unión Europea.
“Los animales son seres sensibles que no pueden seguir siendo considerados simplemente como residuos industriales. Las instituciones europeas deben comprometerse en su nueva legislación y apoyar la implantación progresiva de tecnologías capaces de poner fin a esta matanza cruel y sistemática”, ha apostillado.
El pasado mes de octubre la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, anunció que la Comisión Europea presentará una propuesta para poner fin a la “inquietante” práctica sistemática.
En cuanto a España, Igualdad Animal recuerda que no tiene legislación al respecto y calcula que cada año 35 millones al año son gaseados o aplastados sin aturdimiento. El cofundador de Igualdad Animal Javier Moreno considera que el sacrificio de pollitos macho en su primer día es una de las prácticas “más terribles y crueles” de la ganadería industrial.
“Es muy llamativo comparar la acción que están tomando ante esta problemática los Gobiernos de Francia, Alemania o Italia, y la inacción del Gobierno de España. Vamos a seguir reclamando una ley por parte de España y en Europa que acelere el fin de este maltrato animal”, ha concluido.
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