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Tourmalet, L’Angliru, Xorret de Catí y Andorra para una Vuelta 23 “colosal”

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La Cruz de Linares se estrena en Asturias y la sierra madrileña será clave en una penúltima etapa con sabor a clásica

BARCELONA, 10 (EUROPA PRESS)

La Vuelta 23 pretende ser “colosal” gracias a un recorrido, desvelado en su totalidad este martes en Barcelona –ciudad que acogerá la salida oficial–, que contará con cimas históricas como L’Angliru o el Tourmalet –icono del Tour que debuta en La Vuelta– y otras que se estrenarán para intentar ser históricas de inicio, como la también asturiana La Cruz de Linares.

Barcelona acogerá la gran salida de La Vuelta 23 el 26 de agosto, con una contrarreloj por equipos rescatada del fondo de armario para dar brillo a los monumentos de la ciudad, y Madrid será de nuevo el final de fiesta el 17 de septiembre. Y, por medio, más de 3.150 kilómetros con muchas sorpresas presentadas en el Palau de la Música Catalana.

La Vuelta 23 se compone en su 78ª edición de 21 etapas –4 llanas, 2 llanas con final en alto, 6 de media montaña y 7 de montaña, más 1 contrarreloj por equipos y 1 contrarreloj individual además de 2 días de descanso para el pelotón. Y con muchas novedades, con hasta 11 salidas y 8 metas inéditas en la historia de la ronda española.

Tras la edición de 2022 con salida desde Utrecht (Países Bajos), Barcelona coge el relevo como ciudad de salida. Ya lo fue por primera y única vez en 1962, pero Barcelona y La Vuelta son viejas conocidas ya que la ciudad ha albergado 50 salidas de etapa y 54 metas en la historia de la competición.

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Será una edición con cierto morbo por la rivalidad entre Barcelona y Madrid a nivel deportivo, en un guiño al ‘Clásico’ del fútbol. Pero el ciclismo unirá a ambas ciudades, con un recorrido de por medio de mucha exigencia, con hasta diez finales en alto, y de poco descanso –salvo en los dos días marcados como tal– para elegir al nuevo poseedor del maillot rojo, ahora en manos del belga Remco Evenepoel.

Sin tregua, con etapas para marcar en rojo en varios puntos del recorrido, el recorrido presenta la vuelta de colosos como L’Angliru (y su espectacular y mortal Cueña Les Cabres), Xorret de Catí o el Observatorio de Javalambre, pero también nuevas cumbres inéditas (marca de la casa de La Vuelta) como Larrau, Larra-Belagua, Cruz de Linares o el mítico Tourmalet.

Quizá la primera bomba de esta Vuelta 23 sea la llegada al Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona, en un final que puede ser explosivo si algún jefe de equipo pone a prueba al resto. Menos dudas debería haber en la tercera etapa, con llegada a Arinsal (en Andorra) y protagonismo para los Pirineos.

Todavía en la primera semana, en la sexta etapa, se subirá al Observatorio Astrofísico de Javalambre, cima turolense que La Vuelta descubrió en 2019 de 12 kilómetros al 7 por ciento de pendiente media. Y, dos días después, regresa el Xorret de Catí, otro icono de La Vuelta.

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Hasta seis veces se ha escalado este duro puerto que incluye tramos con una pendiente por encima del 22 por ciento. La última fue en 2017, con el francés Julian Alaphilippe como ganador desde la fuga. Y, en el paso por la región de Murcia, destaca en la novena etapa la llegada a Caravaca de la Cruz, un alto de 7,5 kilómetros muy tendidos.

La segunda semana empezará con la única crono individual, en Valladolid y de 25 kilómetros llanos salvo un pequeño repecho al inicio de la etapa. Al día siguiente, la etapa 11 visitará tras estrenarse en La Vuelta 20 las empredadas calles de Vinuesa y la joya de la Laguna Negra, un puerto de 1ª categoría en dificultad y belleza.

Aragón también tendrá peso e historia en esta Vuelta. La estación de Formigal será el punto de inicio de la excursión a Francia que culminará con la subida al Col du Tourmalet, un Especial que es historia viva del ciclismo, sobre todo del Tour de Francia. Un coloso pirenaico de debut en La Vuelta, por fin, tras tres años de espera por culpa de la pandemia de coronavirus.

Al día siguiente Francia volverá a ser coprotagonista de la ronda española, que regresará a España por Navarra para subir a la inédita cima de Larra-Belagua. Una etapa durísima, con las piernas calientes todavía del Tourmalet, con dos puertos Especiales antes de la subida final.

Y si esta Vuelta es colosal, lo es por el Altu de L’Angliru. El rey asturiano por excelencia que será crucial ya en la última semana, en la etapa 17. Desde su estreno en 1999, el Angliru es una cima envuelta en una mística especial, con 12,5 kilómetros, 10 por ciento de desnivel medio y rampas por encima del 23 por ciento. Según La Vuelta, el “puerto más duro” subido en la competición.

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Pero el Principado de Asturias siempre tiene sorpresas y cimas por explorar. Cerca del Colláu Fancuaya, la cima descubierta por La Vuelta 22, está La Cruz de Linares con sus 8,3 kilómetros al 8,6 por ciento que pondrán a prueba a los mejores con dos subidas consecutivas.

Tras una etapa llana de transición, la etapa 20, la penúltima de esta Vuelta, será el juez final de cara a la general. Una larga etapa de 208,4 kilómetros (la más larga de la edición) por la Sierra de Madrid y final en Guadarrama tras pasar por la friolera de diez puertos de 3ª categoria. Un despiste podría ser muy dañino en esta ratonera a modo de clásica.

Y, como el año pasado y dejando casi en anécdota el final de 2021 en Santiago de Compostela, Madrid volverá a ser el escenario de la fiesta final de La Vuelta, con una última etapa con salida en el Hipódromo de la Zarzuela y llegada al histórico circuito urbano por las calles de la capital española. Punto final a 3.153,8 kilómetros colosales.


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