MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
Cerca de 200.000 personas han pasado ante los restos mortales de Benedicto XVI, cuya capilla ardiente se abrió al público el lunes poco después de las nueve de la mañana. Durante tres jornadas miles de fieles, turistas y curiosos han hecho cola en las inmediaciones de la basílica de San Pedro en el Vaticano para despedirse del papa emérito, fallecido el pasado sábado a los 95 años.
Poco antes del cierre de la capilla ardiente acudieron a presentar sus respetos a Joseph Ratzinger la reina Sofía y el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, responsable del Gobierno español de las relaciones con las confesiones religiosas.
El cuerpo de Joseph Ratzinger estuvo expuesto en el interior de la citada basílica hasta las 19 horas. A partir de ese momento, y tras el cierre de la basílica al homenaje de los fieles, también se cierra el féretro de ciprés. Poco después desde el Vaticano se informaba de la cifra de fieles que habían pasado por la capilla ardiente, cerca de 200.000.
Según la tradición, se colocan en un cilindro metálico las medallas y monedas acuñadas durante el pontificado, el palio como Arzobispo Metropolitano de Munich y de Roma y un texto que describe brevemente el pontificado (conocido como ‘rogito’).
Este jueves 5 de enero, a las 9.30 horas, el papa Francisco presidirá el funeral en la plaza de San Pedro. Por petición expresa del difunto papa emérito la ceremonia será sencilla. Al final de la celebración eucarística tendrá lugar la última ‘Commendatio’ y la ‘Valedictio’. Su ataúd será llevado a la Basílica de San Pedro y luego a las Grutas del Vaticano para su entierro.
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