Todos los sistemas presentan una tendencia ascendente tras las “importantes precipitaciones” de las últimas semanas aunque desigual
VALLADOLID, 3 (EUROPA PRESS)
Los embalses de la cuenca gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han iniciado el año al 53,9 por ciento de su capacidad con un volumen total de agua almacenada de 1.548,6 hectómetros cúbicos, un valor que “recorta distancias” y se acerca a la media de los últimos diez años, que se sitúa en el 54,5 por ciento.
En concreto y según ha explicado el órgano de cuenca en un comunicado recogido por Europa Press, las “importantes precipitaciones” registradas durante las últimas semanas han permitido que todos los sistemas de la cuenca presenten una “tendencia ascendente” en sus reservas que han ganado 116,7 hectómetros cúbicos en los últimos siete días.
“Esta tendencia es positiva, teniendo en cuenta la situación complicada con la que se inició este año hidrológico 2022-2023, con las reservas a 1 de octubre en el 28,7 por ciento, cerca de diez puntos menos que la media de la década (38,2 por ciento)”, han significado desde la CHD.
Dicho esto, la Conferación Hidrográfica del Duero ha recordado que la distribución geográfica de las precipitaciones, y por tanto, de las aportaciones a los embalses, ha sido “muy desigual” durante el otoño de modo que la mejor situación se encuentra en la zona suroccidental de la cuenca y la más crítica en el noreste.
El comportamiento más “preocupante” es el del sistema Pisuerga que mantiene un nivel de reservas del 22,8 por ciento, “extremadamente lejos” de los valores habituales lo que augura “un escenario complicado” para los próximos meses.
Por su parte, los sistemas Águeda y Tormes (al 75 por ciento y 79 por ciento, respectivamente) iniciaron su recuperación en la segunda quincena de octubre y llegaron a alcanzar los preceptivos niveles de resguardo en sus embalses en diciembre y se situaron por encima de los valores medios tras laminar avenidas de importancia en los ríos Tormes y Águeda para evitar posibles inundaciones.
En el caso del sistema Adaja presenta un nivel de reservas del 74,6 por ciento, “muy por encima” de la media de los últimos 10 años. También se encuentra en una “situación favorable” el embalse de Linares del Arroyo (58,3 por ciento), sistemas han mostrado en ambos casos una recuperación “fuerte” en el mes de diciembre.
La CHD ha destacado asimismo el “gran cambio de tendencia” que han desarrollado los sistemas Carrión y Tuerto, “dos de los más afectados por la sequía durante el año hidrológico anterior”, que han superado en ambos casos los niveles de reservas medios para los últimos 10 años.
En concreto, los embalses de Compuerto y Camporredondo almacenan 104,7 hectómetros cúbicos, frente a los 82,3 de la media, y el embalse de Villameca, que llegó a encontrarse al 4,8 por ciento en octubre, alcanza ahora el 56 por ciento.
Y según informa la CHD, el resto de los embalses de León (Barrios de Luna, al 40 por ciento; Riaño, al 51 por ciento, y Juan Benet (Porma), casi al 50 por ciento) han crecido “de manera comedida pero insuficiente” en sus niveles de reservas y se sitúan por debajo de los niveles medios para la fecha, misma situación en la que se encuentran el embalse de Cuerda del Pozo y los embalses del sistema Arlanzón (al 47 por ciento y 57 por ciento respectivamente).
AUSENCIA DE NIEVE
En un repaso de la situación de la cuenca, la CHD explica que sufre la inercia del anterior año hidrológico (2021-2022), cuando la escasez de precipitaciones tuvo su reflejo en un descenso de las aportaciones a los embalses del Estado en la cuenca, con un 39 por ciento menos de aportaciones sobre la media de los últimos 25 años, con un verano en el que se registraron “circunstancias climatológicas extremas” que complicaron la situación.
A esto añade que hay que tener en cuenta que, al menos hasta la fecha, no han tenido lugar prácticamente nevadas en las zonas altas de las cuencas vertientes a los embalses, “y, por tanto, no existen reservas acumuladas en esta forma, cuya importancia es básica para garantizar unas aportaciones abundantes y constantes durante el invierno y la primavera”.
- Te recomendamos -