MÉRIDA, 27 (EUROPA PRESS)
La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) recuerda que cumplir la ley “es cosa de todos” y, para no tener “problemas” con los artículos pirotécnicos, consumidores y vendedores deben cumplir la norma.
Quemaduras, mutilaciones, incendios, coches calcinados, tendederos o toldos en llamas, ha señalado, junto con que los servicios de emergencias en Navidad intensifican su trabajo “por culpa del mal uso de los petardos”, el cual ocasiona desde intoxicaciones a lesiones graves, así como daños en los bienes que “en muchos casos” son imposibles de reparar y que acaban con la pérdida “total” de hogares o edificios emblemáticos.
Así y para hacerse una idea de la magnitud del problema, la Unión de Consumidores de Extremadura ha detallado en nota de prensa que este año han prohibido la venta de pirotecnia en Alemania y en Holanda, para que los miles de heridos que se producen por su uso no colapsen los hospitales.
En relación a las obligaciones para los vendedores, ha puntualizado que desde junio de 2013 está en vigor la Directiva 2013/29/UE del Parlamento Europeo sobre la comercialización de artículos pirotécnicos en los estados miembros. En la misma se establecen obligaciones a cumplir por parte de los fabricantes, importadores, vendedores y administración, que son, entre otras, que los fabricantes están obligados a incluir el marcado de la Comunidad Europea (CE) en los envases de cada uno de los petardos o productos pirotécnicos como garantía de seguridad.
Además, estarán clasificados por categorías para indicar si son de menos peligrosidad (categoría número 1) o de mayor (categoría 4). Los locales autorizados solo podrán vender las tres primeras categorías, ya que son artículos de baja o media peligrosidad que pueden ser utilizados por los consumidores en general, mientras que los de cuarta categoría son considerados de “alta peligrosidad “, y solo pueden ser manipulados por expertos y profesionales.
Los de la primera categoría son “poco peligrosos” y de ruido “insignificante” cuya edad mínima de adquisición es de 12 años; los de la segunda se autoriza su venta para los mayores de 16 años, son petardos “un poco más potentes” para tirar en zonas delimitadas, a una distancia de seguridad de ocho metros; y los de la tercera son artículos que solo podrán venderse a los mayores de edad, estos deberán ser utilizados en una zona de gran superficie, a una distancia entre 8 y 15 metros.
Antes de comercializar un artículo pirotécnico, los distribuidores se asegurarán de que el artículo pirotécnico lleve el marcado CE, vaya acompañado de los documentos requeridos y de las instrucciones y la información relativa a la seguridad en una lengua “comprensible” para los consumidores del Estado miembro en el que se vaya a comercializar, y de que el fabricante y el importador hayan cumplido los requisitos establecidos en la normativa.
VENTA ONLINE
Como en cualquier otro sector, los productos de pirotecnia también se pueden encontrar en Internet, señala la Unión de Consumidores de Extremadura, junto con que en algunas páginas de las visitadas “ni tan siquiera” preguntan por la edad del comprador, o que en otras para autorizar la compra tienes que aceptar las condiciones de uso, entre las que se incluye informar que el comprador es mayor de 18 años.
El “principal problema de todos” es la falta de información de los artículos que están disponibles online, ya que no advierten de las precauciones sobre su uso, así como de la categoría donde se encuadra el producto.
“Es tan peligroso está falta de información, que podemos pensar que lo que hemos comprado es un petardo inofensivo de categoría 1, ponerlo en manos de nuestro hijo, y tener un accidente ya que el petardo en cuestión era de categoría 3”, ha detallado.
OBLIGACIONES DE LOS CONSUMIDORES
En relación a las obligaciones de los consumidores, la Unión de Consumidores apunta que los cohetes y petardos son elementos pirotécnicos muy comunes en fiestas y verbenas populares de toda la geografía; y que resultan “muy sorprendentes” y suelen encantar a niños y jóvenes, pero “siempre” es necesario tomar ciertas precauciones para su uso y lanzamiento, “ya que de lo contrario pueden resultar muy peligrosos”.
“De hecho”, muchos de los accidentes que se producen están relacionados con una mala manipulación o imprudencia por parte de los usuarios, por lo que “es imprescindible ser prudentes y no poner en juego nuestra seguridad ni la de los demás”, al tiempo que “siempre” se deberán encender los fuegos artificiales en una zona en la que no haya riesgo de dañar a nadie, ni que nada prenda fuego.
Asimismo, será indispensable que los niños sean supervisados por un adulto y manipulen los productos pirotécnicos de forma adecuada para poder disfrutar de ellos sin correr ningún riesgo, tras lo que ha recordado que los menores de 12 años no deberían manipular ningún tipo de artículos pirotécnicos.
Otra recomendación a llevar a cabo es evitar comprar artículos de pirotecnia en tiendas “poco fiables”, ya que no suelen contar con personal cualificado que explique su uso y las medidas de seguridad necesarias. Tampoco, “y aunque a priori parezca seguro”, conviene transportar estos artículos en los bolsillos, puesto que el roce y el calor que causa pueden hacerlos explotar.
RECOMENDACIONES
Entre las recomendaciones para un uso adecuado, figuran no guardar “nunca” material pirotécnico en los bolsillos ni en la ropa porque puede producir graves quemaduras; además de que no se deben almacenar petardos en casa, ni tampoco junto a productos químicos, inflamables o sustancias peligrosas; ni manipular los petardos, ni extraer su contenido, ante lo cual es conveniente no sacar los artificios de sus envoltorios hasta el momento de utilizarlos.
Enciende siempre los artificios pirotécnicos en el suelo y de espaldas al viento, mejor con una mecha en lugar de una llama directa y sin sujetar el petardo con las manos. Además, hay que mantenerlos alejados de la cara y las manos. Otra recomendación es no encender los petardos cerca de otros, ni dentro de botes, latas o botellas, ni pisarlos con el pie; o, en la calle, no molestar a los demás y procurar utilizarlos en espacios abiertos y autorizados lejos de aglomeraciones y en zonas sin riesgo de incendio.
Si algún artículo no explosiona, no hay que intentar volver a encenderlo ni tocarlo hasta pasados 30 minutos y, después, inutilozarlo dejándolo en remojo. “Nunca” hay que lanzar ningún artificio contra personas o animales; y los cohetes voladores “nunca” deben dispararse con la mano, sino que deben lanzarse con un soporte adecuado colocándolos en vertical y “nunca” en recintos cerrados, con peligro de incendio o si hay fuerte viento. No se deberán utilizar si el timón o caña está roto o dañado.
Por último, los truenos de las tracas “nunca” deben separarse ni encenderse de forma independiente, ya que llevan una mecha de ignición rápida; hay que guardar “siempre” una distancia “prudente” de seguridad cuando se encienda un artificio pirotécnico y tener en cuenta también las indicaciones de la Policía y Protección Civil. En caso de quemaduras, lava con agua fría la superficie afectada. Si es grave, acude al centro sanitario más cercano o solicita ayuda a los servicios de emergencia.
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