MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Los vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Roser Bach, Mar Cabrejas, Álvaro Cuesta, Clara Martínez de Careaga, Concepción Sáez y Pilar Sepúlveda y el presidente suplente del Consejo, Rafael Mozo, registraron este viernes la candidatura del magistrado de la Sala Tercera del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés para su designación como miembro Tribunal Constitucional.
Estos vocales hacen la propuesta tan sólo un día después de que se convocara un pleno extraordinario para el próximo martes 27 a las 16.30 horas, a petición del sector conservador que vuelve a intentar que se vote a sus candidatos para dejar fuera a Bandrés.
La convocatoria de Pleno extraordinaria fue solicitada ayer por los vocales conservadores José María Macías, Gerardo Martínez Tristán, Nuria Díaz, Juan Manuel Fernández, Wenceslao Olea y Vicente Guilarte, que presentarán una candidatura formada por el presidente de la Sala Tercera del Tribunal Supremo (TS), César Tolosa, y la expresidenta de la Sala Cuarta del alto tribunal, María Luisa Segoviano, de talante progresista y la primera mujer que presidió una sala del TS.
Todo hace pensar que los bloques continúan inamovibles y que, por tanto, ninguna de las dos candidaturas conseguirá los 11 votos necesarios para salir elegida con arreglo a la normativa actual que necesita de los tres quintos de los votos para tener éxito.
Esta convocatoria se produce después de que el martes pasado, los vocales del Consejo no fueran capaces de lograr el consenso suficiente para designar a los nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC) y los candidatos no consiguieron los 3/5 necesarios.
En esa convocatoria los magistrados César Tolosa (conservador) y Pablo Lucas (progresista), propuestos por el sector conservador, recibieron 10 votos; y José Manuel Bandrés, propuesto por el sector progresista, 7. De los 18 votos, eran necesarios al menos 11 para la designación. El vocal Enrique Lucas no participó en el debate ni en la votación y comunicó previamente su abstención en el procedimiento.
La votación fallida, mantiene abierta la crisis institucional después de que el pasado lunes el Pleno del TC acordara paralizar la tramitación de la reforma de las reglas de elección de los miembros del tribunal de garantías en el Senado y tras la ratificación ayer mismos del mantenimiento de la medida cautelarísima.
El sector conservador intenta de nuevo sacar adelante la elección de los dos miembros que le corresponde nombrar cambiando su propuesta de aspirante progresista. Su objetivo es evitar a toda costa el nombramiento de Bandrés, que es el candidato de la minoría.
El Pleno extraordinario del pasado martes fue convocado a petición de nueve vocales conservadores, en una maniobra para evitar que los progresistas pudieran sacar adelante su candidato, José Manuel Bandrés, una vez aprobada la reforma de la ley que fue paralizada el lunes por el Tribunal Constitucional.
De entrar en vigor esa reforma, la elección de los candidatos que debe proponer el Consejo solo requeriría mayoría simple y no cualificada (de tres quintos) para su designación, lo que significaría que no haría falta acuerdo entre los dos bloques para sacar adelante los nombramientos y que el candidato propuesto por los progresistas tendría un puesto garantizado.
El mandato de los cuatro miembros del Tribunal que está pendiente de renovación, incluido su presidente, concluyó en el mes de junio y el plazo establecido para sustituirlos terminó en septiembre pasado. Durante el tiempo transcurrido desde entonces los conservadores han bloqueado los nombramientos para impedir que el Gobierno designe a sus candidatos.
Además, una vez que el sector progresista puso sobre la mesa a su aspirante, el magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, todo su empeño se concentró en bloquear su llegada al Constitucional porque le consideran un hombre muy cercano al Gobierno. En suma, se trata de impedir que la renovación del TC cambie la actual mayoría favorable a los conservadores.
Con menos presión, por la suspensión de la tramitación de la reforma del Gobierno, los conservadores siguen intentando lograr una renovación con las reglas vigentes, puesto que el Ejecutivo ya ha anunciado que tramitará la reforma como proposición de ley y cuenta con el apoyo de una mayoría suficiente para aprobarla.
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