MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, realizó este miércoles un balance del 2022 reconociendo que ha sido un año “muy duro” por el impacto de la guerra, la inflación y los retos derivados de la “probable ralentización de la economía europea”, pero asegurando que se cierra “mejor de lo que cabría prever en el mes de febrero cuando estalló la guerra”.
Así lo indicó en la sesión de control al Gobierno en respuesta a una pregunta del portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.
Calviño subrayó que “en estas últimas semanas todos los organismos revisan al alza” las previsiones de crecimiento para este año, lo que proporciona “una base más sólida y elevada para entrar en 2023 con confianza y determinación para seguir en una senda de progreso”.
Ante la acusación del diputado de que durante el Gobierno de Pedro Sánchez los “únicos que han prosperado” han sido “sediciosos, filoetarras, pederastas y violadores”, Calviño respondió que “se han logrado niveles récord de afiliación y de empleo”, con más de 20 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social y un millón de contratos indefinidos más.
En respuesta al diputado del PP Carlos Rojas, quien le pidió “transparencia” por la “polémica” contratación del marido de la vicepresidenta en Patrimonio Nacional, Calviño se limitó a responder a la pregunta registrada indicando que “la economía española debe ir mejor de lo que parece” ya que el PP no quiere “hablar de economía”.
“Semana tras semana, hablan de ETA, Esquerra, Cataluña, tratan de embarrar todo lo bueno de este país, dañar las instituciones, atacar a las personas para no reconocer y constatar que la economía española va bien relativamente”, indicó Calviño.
La ministra subrayó que “hay un gobierno que da tranquilidad, confianza, que actúa con responsabilidad y lleva cuatro años con una política económica que es la que nuestro país necesita”. Ante las acusaciones del PP, señaló que desde la oposición lo único que ha recibido son “amenazas”, mientras que la economía española “está resistiendo bien en un contexto internacional particularmente difícil”.
Por otra parte, ante la petición del diputado de EH Bildu Oskar Matute de perseguir las posibles alteraciones de precios por parte de empresas petroleras como Repsol o Cepsa, se mostró de acuerdo asegurando que “hay que investigar en profundidad y hasta sus últimas consecuencias” con multas que sean “desincentivadoras”, por lo que pidió el apoyo de “todas las instituciones” al régimen sancionador.
La vicepresidenta primera subrayó el apoyo del Gobierno a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y recordó el gravamen sobre los beneficios extraordinarios del sector aprobado por el Ejecutivo para “evitar que en este momento tan delicado en el que tantas empresas españolas están sufriendo, haya quien encima saque un beneficio extraordinario, privilegio o ventaja de algo tan terrible como es una guerra”.
Por otro lado, en respuesta a las críticas del portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, del Perte de la Nueva Economía de la Lengua por la falta de apoyo al euskera, indicó que la comisionada del proyecto ha visitado todas las comunidades autónomas bilingües y que una de las primeras medidas ha sido la transferencia de recursos a la Universidad del País Vasco.
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