MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Burkina Faso, Apollinaire Joachimson Kyelem de Tambela, ha invitado a Rusia a “ocupar su lugar” en el país africano, días después de que el presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, denunciara que Uagadugú había aceptado el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, propiedad de un oligarca cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.
“Nos encantaría que Rusia ocupe en mi país el lugar que le corresponde como gran nación”, ha dicho en una entrevista concedida a la cadena de televisión rusa RT France, antes de destacar que Moscú “tiene una historia y una experiencia” que a Burkina Faso le gustaría “que compartiera” con las autoridades burkinesas.
Así, ha apostado por “reforzar las relaciones de cooperación en todos los campos posibles” y ha detallado que “la máxima prioridad es el campo de la seguridad”. El primer ministro burkinés ha reconocido un problema coyuntural en este sentido y ha expresado su deseo de “arreglarlo en algún tiempo”.
“Esperamos que Rusia sea un aliado de Burkina Faso (en la lucha antiterrorista), como el resto de socios”, ha manifestado, tal y como ha recogido la emisora burkinesa Radio Omega. “Sabemos que Rusia es una gran potencia y, si quiere, realmente podría ayudarnos mucho en este campo”, ha zanjado.
El propio Kyelem de Tambela pidió recientemente a Francia la entrega de armas y financiación para respaldar las operaciones de los ‘voluntarios’ reclutados por las autoridades para reforzar las labores del Ejército contra los grupos terroristas y rechazó las críticas de París por una posible petición de ayuda a Rusia. “Los burkineses buscan un salvavidas para su país. Si este salvavidas debe venir de otro país que no sea Francia, ¿por qué no?”, se preguntó.
Por otra parte, las autoridades burkinesas convocaron la semana pasada al embajador de Ghana en Uagadugú, Boniface Gambila Adagbila, para una “audiencia urgente” y llamó a consultas al jefe de su legación en Acra, Pingrenoma Zagré, después de que Akufo-Addo afirmara desde Estados Unidos que “hay mercenarios rusos en la frontera norte (de Ghana) y agregara que “Burkina Faso ha alcanzado un acuerdo para unirse a Malí a la hora de emplear a fuerzas del Grupo Wagner”.
Malí alcanzó un acuerdo para el despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, lo que desató críticas occidentales y derivó en un repliegue de tropas por parte de Francia y otros aliados. El Grupo Wagner ha desplegado también efectivos en Libia, República Centroafricana (RCA) y Sudán, desatando preocupaciones en Occidente por la expansión de la influencia rusa en el continente.
Burkina Faso, gobernado por una junta militar desde el golpe de Estado de enero contra el entonces presidente, Roch Marc Christian Kaboré, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015. La junta está ahora encabezada por Ibrahim Traoré, quien encabezó en septiembre una asonada que fue considerada un ‘golpe palaciego’ por parte de un sector enfrentado al hasta entonces líder, Paul-Henri Sandaogo Damiba.
Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a ‘voluntarios’ para que ayuden en la lucha antiterrorista. El deterioro de la seguridad ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.
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