BUENOS AIRES, 18 (dpa/EP)
El presidente argentino, Alberto Fernández, verá la final del Mundial de Catar entre Francia y Argentina en la pantalla de su casa, tras renunciar, por superstición, a acudir al Estadio Lusail para presenciarla en persona.
“Como millones de compatriotas, disfrutaré la final de la Copa del Mundo en casa. Viviré este momento fantástico como hasta ahora, junto a mi gente. En la cancha van a estar los mejores de los nuestros y en la tribuna una gloriosa hinchada. Además, cábalas son cábalas”, escribió Fernández en Twitter antes del partido del domingo.
Detrás hay una larga tradición de jefes de Estado argentinos que, tras la derrota de los sudamericanos por 1-0 ante Camerún en el Mundial de Italia 1990, prefirieron no asistir a los partidos de la Albiceleste. Aquella Copa del Mundo se jugó en presencia del entonces presidente Carlos Menem, que se ganó la fama de ‘mufa’, es decir, de gafe.
Fernández estuvo en contacto con su homólogo francés, Emmanuel Macron. “Querido amigo, te aprecio mucho y te deseo lo mejor para el futuro. Excepto el domingo. Argentina es mi país maravilloso”, respondió a Macron en un intercambio con el futuro presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Si gana Argentina, gana América Latina, dijo Fernández.
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