PAMPLONA, 16 (EUROPA PRESS)
La sexta edición del programa Landarte, impulsado por la Dirección General de Cultura – Institución Príncipe de Viana, ha concluido con un balance “muy positivo”, a tenor de las valoraciones realizadas por el equipo coordinador y las personas creadoras, que han generado, bajo el lema ‘Cultura contemporánea y ruralidad’, diversos procesos culturales en colaboración con la ciudadanía de seis municipios participantes.
La ilustradora Andrea Ganuza y la artista visual Karmele Oteros han trabajado en la localidad de Cabredo; los creadores escénicos Itsaso Iribarren y Germán de la Riva, en el municipio de Falces; la directora de cine Maddi Barber, en Leache; la artista visual Greta Alfaro, en San Martín de Unx; el arquitecto y cineasta Patxi Burillo, en Urroz-Villa; y la cineasta Marina Lameiro, en Uztárroz.
El resultado de estas propuestas desarrolladas entre los meses de julio y noviembre se presenta estos días en las localidades que las han acogido. Así, el proyecto coordinado por Maddi Barber, ‘Atlas de un territorio afectivo’, se presentará en Leache este sábado a las 11 horas, en el ayuntamiento de la localidad. Por su parte, Itsaso Iribarren y Germán de la Riva compartirán ‘Falces Sonora’ el 31 de diciembre. En cuanto a la película filmada por Marina Lameiro con las y los vecinos de Uztárroz, se presentó en esta localidad el pasado 4 de diciembre.
Este viernes se han presentado dichos proyectos en un acto que ha contado con la participación del director general de Cultura, Ignacio Apezteguia; el director del Servicio de Acción Cultural, Lorenzo García; la jefa de la Sección de Museos, Celia Martín; la integrante del equipo de mediación, Anne Ibañez (Kanpoko Bulegoa); la primera Teniente de Alcalde de Urroz-Villa, Idoia Insausti; y el creador Patxi Burillo.
Apezteguia ha destacado que la sexta edición de Landarte ha sido “de consolidación de un programa que ya es maduro; y, al mismo tiempo, nuevo, que tiene mucho recorrido”. “Habla sobre todo de la participación y apuesta por la importancia de los procesos de creación por encima de los resultados”, ha señalado.
El director general de Cultura también ha explicado que Landarte “genera un proceso de reflexión sobre la identidad de lo rural, y sobre la creatividad actual que se desarrolla a través de un proceso donde se involucran todos los agentes de la localidad”.
Lorenzo Garcia, por su parte, ha valorado como “muy positivo” el trabajo desarrollado en esta edición de “un programa innovador que genera conocimiento en relación a buenas prácticas de intervención cultural”. El director del Servicio de Acción Cultural ha asegurado que se han cumplido los objetivos de este programa: “el empoderamiento de las comunidades rurales a través de la cultura contemporánea, rebasar las experiencias de acción cultural en el mundo rural, enfatizar la importancia del proceso y promover una acción cultural que ensanche la autonomía y la capacidad de decisión de las comunidades y establezca un diálogo real”.
Celia Martín ha recordado “la importancia del conocimiento que venimos obteniendo desde la primera edición sobre la comunidad de creadoras y creadores contemporáneos en Navarra, y la situación actual de las comunidades que viven en estos entornos rurales en riesgo de despoblación o en despoblación activa”. Asimismo, ha subrayado “el contacto personal de los equipos que trabajamos en el servicio a la ciudadanía desde lo cultural y patrimonial con las comunidades con menos recursos de acceso a programas y acciones culturales, y, con la realidad del trabajo y procesos de las personas del ámbito de la creación cultural contemporánea”.
Por su parte, Anne Ibañez se ha referido a “la inquietud que sentimos en Landarte ante lo que sucederá, esa incertidumbre nos afecta a toda la gente que trabajamos en el programa, no solo a las comunidades, también a las personas coordinadoras, y a los y las artistas”.
Finalmente, han recordado la experiencia desarrollada en Urroz-Villa Idoia Insausti y Paytxi Burillo, que ha manifestado que con este programa “llegas a la localidad un poco perdido y de alguna forma tienes que reaccionar ante lo que te encuentras; Landarte tiene un punto interesante que te hace salir de la zona de confort”.
PROYECTOS
Andrea Ganuza y Karmele Oteros han desarrollado el proyecto ‘Entre el León y Las Muelas, La Suerte’. Como explican sus creadoras, “surgido de la necesidad de conectar y comprender a la población, nuestro proyecto se configura como una publicación-objeto mediante la cual nos adentramos en la intimidad y el universo de algunos de los habitantes del pueblo, escuchando su relato. En la publicación, dibujo, narrativa y fotografía se entremezclan dejando que el lector ponga su atención dónde más le interese y saque sus propias conclusiones”.
Con ‘Falces sonora’, Itsaso Iribarren y Germán de la Riva proponen “un acercamiento a la localidad de Falces a través de la creación sonora y textual. A partir de los encuentros que hemos realizado con los habitantes y lugares de la localidad se han ido conformando los materiales con los que desarrollar tanto un prototipo de pieza sonora como una publicación”.
Maddi Barber ha trabajado en ‘Atlas de un territorio afectivo’ a partir de la “idea de que todo territorio tiene inscrito en él historias pasadas, presentes y posibilidades futuras. ¿Cómo acceder a esas historias? ¿Cómo escuchar al territorio? Nos propusimos encontrar historias en las huellas o rastros que pueblan los territorios, así como en los relatos, fabulaciones o sueños de las personas del lugar. Nos propusimos también encontrar estrategias para activar las historias de esos territorios y compartirlas a través del atlas. El atlas tiene forma de mapa físico y mapa web donde se recogen y conviven los relatos, fotografías, canciones y vídeos creadas por los y las habitantes de Leache”.
Por su parte, Greta Alfaro ha desarrollado dos proyectos: ‘Casa Muruzabal’ y ‘Vinalia, o retablo de San Martín de Unx’. En el primer caso, “comenzó un proceso urgente de documentación, diálogo, venta de enseres y otros procesos, que se alargará en el tiempo mientras duren los cambios y obras en la misma”. El segundo proyecto “tiene su origen en el confluir de todas estas circunstancias y en la subsecuente reflexión acerca de la unión entre destrucción y creación que son nuestra vida y nuestra relación con el entorno natural”. Alfaro confiesa que “este trabajo ha estado marcado por el hecho de que mi estancia comenzó con la angustia de un incendio recién vivido, y terminó con el trasiego de la vendimia”.
Patxi Burillo planteó el proyecto ‘El cine de los cien años’. Se trata de la creación de una “película-cosecha”. Como explica el artista, “una vez superados los miedos y recelos iniciales que implica el trabajar sin dirección, bajamos las ideas a tierra y nos centramos en actividades concretas, que nos ayudan en la búsqueda de una estructura cinematográfica propia capaz de generar una forma, una imagen. Una estructura que termina partida en dos, con las labores del campo por un lado, y la mirada de los niños sobre ellas por el otro”.
Finalmente, Marina Lameiro propuso con ‘Krutxalteatik Uronarat’ filmar una película colectiva “en la que los habitantes decidirían cómo autorrepresentarse y cómo representar Uztárroz. Ellos cogerían la cámara y el sonido y dirigirían su propia película. El resultado fue muy positivo, se escucharon todas las voces y entre todas acordamos qué se filmaría en el verano. El rodaje se hizo de forma colectiva”.
Se pueden consultar los procesos en la página web de Landarte, donde también se accede a un espacio dedicado a cada proyecto, con fotos y vídeos, así como al blog del programa.
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