MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Estados Unidos ha mostrado su “decepción” por la condena dictada contra el alcalde de la ciudad turca de Estambul, Ekrem Imamoglu, y ha dicho que “no es consistente con el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”.
Imamoglu, miembro del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), fue sentenciado el miércoles a dos años y siete meses de prisión por insultar a miembros del Consejo Supremo Electoral (YSK) del país. Asimismo, le impuso una inhabilitación, lo que podría suponer su salida del cargo.
“Estamos gravemente preocupados por el continuado acoso judicial contra la sociedad civil, los medios y los líderes políticos y empresariales de Turquía, incluidos prolongados periodos de detención a la espera de juicio, denuncias muy generalizadas de apoyo al terrorismo y casos por insultos”, ha dicho el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Así, ha indicado en un comunicado que “la población de Turquía merece tener la capacidad de ejercer sus derechos y libertades fundamentales sin temor a represalias” y ha recordado que “el derecho de expresión, asamblea y asociación figuran en la Constitución turca y en sus obligaciones con las leyes internacionales”.
“Pedimos al Gobierno (turco) que ponga fin a los procedimientos judiciales bajo leyes sobre ‘insultos’ y que respete los derechos y libertades de todos los ciudadanos turcos, incluido garantizar un ambiente abierto para el debate público”, ha remachado Price.
El alcalde de Estambul, uno de los principales rivales políticos del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, rechazó las acusaciones y negó haber insultado a los miembros del Consejo. Así, dijo que sus palabras eran una respuesta a las del ministro del Interior, Suleyman Soylu, al que habría llamado “idiota”.
Imamoglu se hizo con la Alcaldía de Estambul por un estrecho margen en las elecciones de marzo de 2019, en las que se enfrentaba a un aliado de Erdogan. Los resultados fueron rechazados por las autoridades y, tras la celebración de una nueva votación en junio de 2019, ganó con un margen mayor, lo que supuso un duro revés para el presidente y el partido gubernamental.
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