MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Alrededor de 20.000 personas que se encontraban desplazadas en campamentos improvisados han sido desalojadas por los talibán en la provincia de Badghís, Afganistán, a temperaturas bajo cero, según denuncia el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
El NRC pide ahora a las autoridades talibán que detengan nuevos desalojos de otros desplazados internos que se encuentran en numerosos territorios del país a la espera de una nueva alternativa, pues alertan sobre todo de las condiciones invernales: “Muchos carecen ahora de alimentos para alimentar a sus hijos y no tienen forma de mantenerse calientes cuando las temperaturas descienden por debajo de cero”, ha declarado el director del NRC en Afganistán, Neil Turner.
“Las autoridades de Badghís deben reconocer que tienen responsabilidades para con la población. Es esencial que las autoridades se aseguren de que las familias tienen cobijo y pueden mantenerse por sí mismas antes de emprender nuevos desalojos; y también deben ayudar a las que ya han sido desalojadas”, afirman desde el NRC.
El contexto de enfrentamientos y las consecuencias de la sequía que asola el país desde 2021, han obligado a miles de familias a abandonar sus hogares en las regiones rurales de Badghís para buscar ayuda humanitaria en la capital de la provincia, Qala-e-Naw.
Las autoridades de la provincia de Badghís instan a las familias a regresar a sus pueblos originales y desmantelar los campamentos improvisados pero muchas de ellas aseguran no poder sobrevivir en esas regiones por cuestiones de seguridad y económicas.
Desde la comunidad humanitaria han iniciado negociaciones y proyectos piloto de retorno con el objetivo de hacer estos regresos de forma paulatina pero esto no ha hecho ceder a las autoridades. El NRC ha lanzado una respuesta de emergencia para dotar de subvenciones en efectivo y bienes de primera necesidad a las familias que han abandonado la provincia de Badghís.
“Deben detenerse todos los desalojos hasta que las autoridades talibán, con el apoyo de las comunidades internacional y humanitaria, hayan encontrado soluciones a largo plazo para las comunidades desplazadas altamente vulnerables”, ha denunciado Turner.
Según los datos del NRC, alrededor de 2 millones de desplazados internos sobreviven en 1.000 grandes asentamientos espontáneos de tipo chabolista en casi 30 provincias de Afganistán en condiciones precarias y muy dependientes de la ayuda humanitaria.
El último plan de respuesta humanitaria destaca la situación de Afganistán como una de las peores crisis humanitarias en el mundo. El país entra en su tercer año consecutivo de sequía y el segundo de declive económico, a la vez que vive las consecuencias de décadas de conflicto y desastres naturales recurrentes.
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