PAMPLONA, 13 (EUROPA PRESS)
Varias personas usuarias de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (Adacen) afectadas de hemiparesia han comenzado, bajo la dirección de fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales de la entidad, a trabajar con un exoesqueleto de uso industrial cedido por Iruña Tecnologías.
Adacen ha señalado que “se observan ya prometedores resultados en lo que se refiere a rehabilitación pero es que, si todo marcha como se prevé, este dispositivo podría ofrecerles mayor independencia también en el hogar”.
El director de Adacen, Andrés Ilundáin Esquíroz; el director comercial de Iruña Tecnologías de Automatización y CEO de Biosafety, César Gonzalvo; y el director de la Fundación Caja Navarra, Javier Fernández Valdivieso, han presentado este martes el proyecto Autonomía al Cuadrado, desarrollado con el apoyo del programa Innova Social, de Fundación la Caixa y Fundación Caja Navarra.
El proyecto ha sido impulsado desde Neurolab, el Livig Lab de Adacen, y nació del proyecto Hub Digital que la entidad desarrolló en la convocatoria de Innova Social de 2020.
Consiste en la adaptación de un exoesqueleto creado para uso industrial al ámbito de la salud con el fin de que sirva de apoyo a la rehabilitación para la mejora de la movilidad y la calidad de vida de las personas con hemiparesia (inmovilidad del brazo-mano), que es una de las secuelas más predominantes del daño cerebral adquirido.
Los exoesqueletos (exos), provienen en origen del mercado médico y se usan, en su versión motorizada (activa) para paliar amputaciones y deficiencias psicomotrices. Desde hace unos pocos años, un tipo de exos más sencillos y sin motorización (pasivos) se están empezando a introducir en el mercado industrial para ayudar a evitar los trastornos musculoesqueléticos (TME) y ayudar a los operarios en tareas ergonómicamente perjudiciales.
De este tipo es el exoesqueleto cedido por Iruña Tecnologías de Automatización. Favorece la movilidad del hombro y es utilizado en la industria para puestos que exigen mantener peso en alto. Está fabricado por Ottobock y comercializado por Biosafety. Es muy ligero (1,9 kg), ergonómico y relativamente económico y con potencial disruptivo en rehabilitación, ha destacado Adacen.
Se trata, a través de este proyecto, de detectar y realizar las mejoras necesarias para adaptarlo a la rehabilitación y, si finalmente se confirma su utilidad, a la vida diaria de personas con la mencionada dolencia. “Esta posibilidad es aún lejana, pero su impacto podría ser enorme puesto que podría posibilitarles la realización de muchas acciones que ahora no pueden ejecutar de forma autónoma, como comer o asearse. Esto tendría grandes beneficios también para las familias”, ha añadido Adacen.
El nuevo exoesqueleto podría, por lo tanto, potenciar la autonomía por dos vías: en el hogar como ayuda técnica disruptiva para la vida diaria, y en Adacen como herramienta de rehabilitación revolucionaria.
Al permitir la movilidad del hombro, modifica los ejercicios y multiplica los beneficios físicos y neurológicos de la rehabilitación incrementando el nivel de autonomía obtenida. También produce importantes efectos a nivel cognitivo y emocional puesto que recuperan la conciencia de una parte del cuerpo que ya no percibían.
Fisioterapeutas de Adacen propondrán las mejoras, siempre basadas en las sensaciones y necesidades de las treinta personas usuarias que participan en el estudio, y en Iruña Tecnologías realizarán las adaptaciones del exoesqueleto para adecuarlo a estas demandas.
DOS FASES
En una primera fase, que se desarrollará hasta junio de 2023, se realizan principalmente, dos trabajos. Por un lado, analizar desde qué punto parte cada persona usuaria y adaptar el dispositivo para que pueda ser cómodamente usado y ajustado por cada una de ellas. Por otro lado, se está utilizando ya en rehabilitación de forma autónoma y también compatibilizándolo con otras tecnologías que utiliza la entidad.
Con diez de las personas participantes en el proyecto se realizará un trabajo más intensivo con el objetivo de utilizar el exoesqueleto para mejorar la autonomía en la realización de actividades de la vida diaria (comer, aseo, coger cosas).
En una segunda fase (junio 2023-junio 2024), además de continuar con la rehabilitación, se probarán los exoesqueletos en los domicilios para determinar de qué manera pueden aumentar la autonomía y mejorar la calidad de vida.
Si los resultados son positivos, podría revolucionar los programas de rehabilitación de múltiples entidades de los sectores de la discapacidad y la salud.
Andrés Ilundáin Esquíroz, director de Adacen, se ha mostrado “muy ilusionado” con este proyecto, “sobre todo por la alegría que hemos encontrado en las personas usuarias que participan en él”. “Nos dicen que han recuperado un brazo que ya no tenían, que habían olvidado, y que eso es muy satisfactorio. Independientemente de que pueda o no trasladarse finalmente a los hogares, sí que sabemos ya que ofrece muchos beneficios en la rehabilitación”, ha indicado.
Por otro lado, Ilundáin ha afirmado que “en Adacen nos gustan mucho este tipo de proyectos que unen a empresas y entidades como la nuestra porque, además de que ofrecen beneficios para ambas partes, demuestran que las entidades sociales tienen mucho que aportar a las empresas, a las universidades y a la sociedad”.
Además, ha explicado que “este proyecto puede beneficiar también a personas que sufren hemiparesia por otras causas distintas al daño cerebral adquirido y, por lo tanto, los exoesqueletos podrán ser usados en otras entidades sociales e incluso en centros hospitalarios”. “No puedo finalizar sin dar las gracias a las Fundaciones Caja Navarra y La Caixa por su apoyo, sin el cual hubiera sido mucho más difícil desarrollar este proyecto”, ha afirmado.
César Gonzalvo, CEO de Biosafety y director comercial de Iruña Tecnologías, ha señalado que “en un principio, cuando Adacen contactó con nosotros, ofrecimos que sus profesionales se probasen los exos para ayudarles en sus tareas de movilización de usuarios y usuarias”. “Fueron ellos, al ver la sencillez de los equipos, los que propusieron probarlos con las personas afectadas de hemiparesia para ayudarles en su rehabilitación. Ver en la primera prueba la ilusión de una paciente al poder coger un objeto gracias a la ayuda del exoesqueleto, nos animó a todos a colaborar en este proyecto”, ha afirmado.
Gonzalvo ha asegurado que, “si el proyecto aporta los resultados que esperamos, estos exoesqueletos se podrían utilizar en rehabilitación de manera habitual, e incluso continuar con su uso en los hogares de los pacientes por su sencillez de manejo y su precio muy inferior a los exos activos”. “Para una empresa navarra como la nuestra, además, es un placer poder colaborar con una asociación navarra como Adacen que tanto ayuda en los momentos más duros para muchas familias de nuestra tierra”, ha asegurado.
Para finalizar, Javier Fernández Valdivieso, director de la Fundación Caja Navarra, ha destacado que “este proyecto encaja perfectamente con la filosofía del Programa Innova, que impulsamos conjuntamente Fundación Caja Navarra y Fundación La Caixa, porque genera un impacto y un cambio en la vida de las personas beneficiarias”. “Asimismo, se trata de una iniciativa soportada por el conocimiento y que cuenta con las alianzas como un pilar importante para la sostenibilidad del proyecto”, ha afirmado.
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