MÁLAGA, 12 (EUROPA PRESS)
La consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco, ha advertido en Málaga de que en la actualidad existe en España “al menos medio millón de trabajadores fijos-discontinuos que no cuentan como parados” para el Ministerio de Trabajo y Economía Social, una de las principales consecuencias de la “contrarreforma laboral” aprobada a partir de la entrada en vigor del Real Decreto 32/2021.
Durante su intervención este lunes en el Foro Joly, la consejera ha insistido también en el que el Gobierno de España ha encontrado en el nuevo sistema de cómputo de desempleados un “beneficio estadístico” a su favor, ya que el dato que publica cada mes sería menor que el real y no estaría reflejando la realidad, ha señalado.
Blanco ha recordado que la clave de ese desajuste se encuentra en la figura de los contratos fijos discontinuos, en su gran mayoría pertenecientes a actividades de temporada y que antes de la citada reforma laboral tenían la consideración de temporales. “Eso implicaba que una vez terminada esa actividad temporal acababan sumándose al cómputo de desempleados. Ahora, en su gran mayoría, no están trabajando, están inactivos, pero no cuentan como desempleados por el hecho de que figuran como que tienen un contrato en activo”.
De hecho, ha explicado que ese cambio en la metodología tiene su origen en la Orden de 11 de marzo de 1985, que estableció excluir de los registros del paro a ciertos colectivos, entre ellos los extranjeros que tenían suspendida su demanda de trabajo y a quienes estuvieran en situación de inactividad, es decir, a los fijos discontinuos. Una figura, ha recordado Blanco, “que entonces era poco utilizada, casi residual, y que por tanto afectaba poco a la valoración final del mercado de trabajo”.
Por el contrario, las nuevas medidas de penalización de los contratos de corta duración en favor de los indefinidos han disparado desde el pasado año la figura del fijo discontinuo, en concreto un 526% desde la entrada en vigor de la reforma, lo que está provocando la paradoja de que “se incrementa el número de contratos fijos, pero no el de parados” cuando cesan temporalmente en su actividad, ha añadido.
Blanco ha asegurado que la principal consecuencia de ello es que “la cifra de parados está dopada por la reforma laboral”, y ha puesto como ejemplo que el pasado mes de octubre el Ministerio de Trabajo y Economía Social reconociese 461.277 demandantes de empleo con relaciones laborales, aquellos que buscan otro trabajo o solicitan una prestación, pero que tampoco aparecerán en el cómputo de desempleados. “En octubre de 2019, antes de la reforma, eran 229.059”, ha insistido, prácticamente la mitad de los que se computan ahora.
A juicio de la consejera, el ministerio se equivoca porque “no por cambiar el nombre a un contrato se va a generar más empleo”, ya que “lo que realmente generará empleo será un aumento de la actividad económica y la duración de los contratos”. También ha advertido de que “la sucesión de recontrataciones de temporales ha sido sustituida por el rellamamiento de los contratos fijos discontinuos”, con lo que se corre el riesgo de “pasar de los contratos temporales en fraude de ley a los contratos indefinidos fraudulentos, sólo que éstos no son susceptibles de una actuación de la Inspección de Trabajo”.
AVANCES EN ANDALUCÍA
Rocío Blanco ha llamado también la atención sobre “el frenazo” que ha sufrido la contratación indefinida en la afiliación en los últimos meses, bajando de octubre a noviembre de este año en 90.000 contratos, algo que sería un síntoma de que “la creación de empleo en España está paralizada”. En Andalucía, sin embargo, la afiliación creció en noviembre en 12.881 trabajadoras.
Ese dato sería consecuencia de que “en Andalucía se están haciendo bien las cosas y estamos en el foco de todos los debates”, ha resaltado la consejera. A ese resultado global están contribuyendo factores como “la estabilidad institucional, la eliminación de trabas burocráticas o la diversificación de nuestra economía, con ejemplo como la apuesta por las energías renovables o la instalación de grandes empresas tecnológicas, que se suman a los sectores tradicionales que sustentan nuestra economía y que nos van a permitir ganar en valor añadido y en productividad”.
Además, ha destacado el beneficio de las sucesivas rebajas fiscales aprobadas por el Gobierno de Andalucía, entre ellas la deflactación de la escala autonómica del IRPF en un 4,3%, o la bonificación indefinida del 100% del Impuesto de Patrimonio, “lo que en la práctica supone su eliminación”. Algo, sin embargo, que “ha recibido como respuesta del Gobierno de España un ataque a nuestras competencias y a nuestra autonomía fiscal a través del impuesto a las grandes fortunas, que no deja de ser una forma de intentar neutralizar las ventajas fiscales de Andalucía y Madrid”, ha afeado.
Blanco ha destacado también durante su intervención aquellas medidas que impulsa la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo para contribuir a que la Administración autonómica sea “dinamizadora y generadora de las condiciones que propicien el crecimiento”.
En ese sentido, ha recordado que durante la pasada legislatura se fortaleció el tejido productivo con 575.000 ayudas por valor de 1.018 millones de euros. De cara al futuro, ha detallado la próxima entrada en vigor el 1 de enero de la Cuota Cero que beneficiará al colectivo de trabajadores autónomos, o la convocatoria de ayudas para la estabilización del empleo, que moviliza 170 millones de euros. El objetivo es “formalizar más de 52.000 contratos y que las empresas dispongan de esos ingresos antes del 15 de enero”.
También ha citado los avances en materia de Formación Profesional para el Empleo, recuperada en Andalucía tras una larga década de parálisis; el novedoso sistema de automatización para la gestión de ayudas, que permite resolverlas en tiempo récord, y la auténtica trasformación del SAE tras la aplicación del Sistema Integral y el Perfilado Estadístico.
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