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España es el país con el SMI más caro de Europa y el tercero con las cotizaciones más altas, según Cepyme

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MADRID, 12 (SERVIMEDIA)

España es el tercer país de Europa con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) más caro proporcionalmente, mientras que ocupa el tercer puesto en lo referido al coste de las cotizaciones sociales que afrontan las empresas, según un informe publicado este lunes por la patronal Cepyme, que sitúa estas cuestiones entre los “frenos” que sufre el tejido productivo para que aumente el tamaño de las compañías del país.

Así, Cepyme subraya que el SMI español se ha convertido en el más caro, proporcionalmente, de toda Europa. Solo en dos países el salario mínimo supera el 50% del salario medio: España (54,8%) y Grecia (51,3%).

La patronal recuerda que entre 2017 y 2022 el SMI ha aumentado un 41,3%, el mayor incremento entre los países europeos más desarrollados. En este mismo periodo, el alza del salario mínimo fue del 30,5% en Reino Unido, del 15,8% en Alemania y del 11,2% en Francia.

Además, el informe alerta de que las cotizaciones sociales españolas son las terceras más altas de Europa. En 20 países europeos, las cotizaciones que debe pagar un empleador son al menos 10 puntos porcentuales más bajas que en España. Entre ellos destacan Italia, Suecia, Portugal, Holanda y Alemania.

De igual modo, señala que el coste laboral total mínimo que debe afrontar una pyme española es de los más altos de Europa. La suma de cotizaciones y otros costes laborales hace que el coste mínimo de contratar a un empleado sea para las pequeñas empresas (entre 10 y 49 empleados) el equivalente al 136% del salario mínimo. Sólo tres países de Europa (Lituania, Francia y Bélgica) tienen un coste mínimo de contratar a un asalariado superior al de España.

IMPUESTOS

En cuanto a la fiscalidad, el Impuesto de Sociedades español se sitúa por encima de los de Dinamarca, Portugal, Suecia, Finlandia y Polonia, además de, al menos, otros 13 países europeos, de acuerdo con el análisis del estudio.

Asimismo, Cepyme sostiene que el IRPF también está entre los más elevados de Europa. Considerando la media de los tipos máximos de las 15 autonomías del régimen común, la tarifa marginal de España, del 50,1%, solo queda por debajo de las de los países nórdicos y Austria; es casi igual a la de Alemania y supera a las de Bélgica, Holanda, Francia, Portugal, Reino Unido e Italia.

Por otra parte, Cepyme destaca que las pequeñas empresas tienen comités de empresa mayores que las grandes. En concreto, las primeras tienen al 10% de sus trabajadores en el comité, mientras que las grandes empresas destinan, como máximo, el 3,4% de su plantilla. Además, en una empresa de 50 trabajadores es de mínimo cinco miembros, mientras que en otros países es de uno (Francia) o tres (Italia).

FRENOS AL CRECIMIENTO

“Estos frenos al crecimiento empresarial español provocan que las pymes españolas sean menos rentables que los países de nuestro entorno. Mientras que en España la rentabilidad neta sobre los activos en una empresa con una cifra de negocios inferior a 10 millones de euros es del 2,9%, en Italia es del 5,1%; en Francia, del 6,3% y en Alemania del 6,7%”, advierte el informe.

Midiendo la rentabilidad después de impuestos y sobre fondos propios, las pymes españolas también siguen por debajo, con una rentabilidad del 6,3%, frente al 9,4% de Italia, el 13,1% de Francia y el 14,9% de Alemania.

Además, la empresa española es un 24% más pequeña que la media europea. En concreto, Cepyme pone como ejemplo que la empresa alemana triplica su tamaño y la británica lo duplica. En esta línea, una empresa europea tiene 6 ocupados de media por firma, mientras que una española tiene de media 4,8 trabajadores.

El informe también pone de manifiesto que España tiene el mayor porcentaje de “mortalidad empresarial”, ya que más del 9% de las empresas desaparecen al año y solo la mitad de las empresas siguen vivas tres años después de su creación.

BENEFICIOS DE CRECER

A juicio de Cepyme, “si convergiéramos al tamaño europeo, la productividad de nuestro país crecería, ya que el tejido español está conformado en más de un 99% de pymes, con una productividad más baja, lo que lastra la productividad general de nuestra economía”.

En este sentido, el informe sugiere que promover el crecimiento empresarial para que el tejido empresarial tenga la misma composición que la media europea permitiría crear 1,3 millones de empleos, elevaría el Producto Interior Bruto (PIB) un 5,5%, aumentaría las ventas en 268.500 millones de euros, ayudaría a expandir la masa salarial en 32.000 millones de euros y generaría un incremento de la recaudación de 22.000 millones de euros.

Y para conseguir que el tejido empresarial crezca en España, esta patronal propone que el cumplimiento de las obligaciones no tenga carácter inmediato con la ampliación de un trabajador en la plantilla, sino que entren en vigor cuando hayan consolidado su crecimiento, es decir, tras cuatro años de aumentar y mantener su tamaño.

“Esta flexibilidad facilitaría a la empresa su estabilidad para asumir las nuevas cargas y asegurar su tamaño. Actualmente, las empresas tratan de esquivar el escalón principalmente de los 50 trabajadores, así se puede observar en las estadísticas de tamaño empresarial, ya que las cargas que asumen por ampliar su plantilla en solo un trabajador desalientan dicha ampliación”, argumenta Cepyme.


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