LOGROÑO, 8 (EUROPA PRESS)
La Rioja ha unido sus fuerzas más de 260 gobiernos regionales a través de la Declaración de Edimburgo para adoptar un plan de acción específico para las regiones con el que atajar la crisis de biodiversidad durante la próxima década, en el marco de la COP 15 y el Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas (CBD).
Dentro del programa de la COP 15, que se desarrolla en Montreal, Canadá, del 7 al 19 de diciembre, el próximo lunes día 12 a las 15 horas se reconocerá a las regiones y ciudades, La Rioja entre ellas, que han suscrito la Declaración de Edimburgo a través de Regions4, la red de regiones del mundo, a la que pertenece La Rioja, para compartir buenas prácticas para luchar contra el cambio climático, la crisis de biodiversidad y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En este caso, Regions4 y el gobierno de Quebec actúan como anfitriones para coordinar la mayor participación lograda hasta la fecha de los gobiernos subnacionales en el Convenio sobre Biodiversidad de Naciones Unidas (CBD).
La Rioja ha sido también uno de los gobiernos fundadores de la iniciativa Regions with Nature, https://regionswithnature.org/ , iniciativa de asociación para mejorar la restauración de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y las soluciones basadas en la naturaleza en las regiones asociadas para lograr los objetivos globales de restauración de la biodiversidad y los ecosistemas.
La COP15 de biodiversidad es la reunión número 15 del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) ratificada por 195 países con tres objetivos: conservar la biodiversidad, asegurar su uso sostenible y una participación justa y equitativa de los recursos genéticos que proporciona.
En palabras del consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica del Gobierno de La Rioja, Álex Dorado, “en esta década nos jugamos el futuro de la Humanidad, no solo en términos de lucha contra el cambio climático, sino también, con igual importancia, en términos de lucha contra la crisis de biodiversidad y el deterioro de las condiciones que permiten la vida en la Tierra tal y como la conocemos”.
“Por eso desde el Gobierno estamos impulsando medidas valientes e innovadoras como la nueva ley de Biodiversidad y Patrimonio Natural de La Rioja o extendiendo nuestros espacios naturales protegidos”, añade el consejero.
El Marco Mundial de Biodiversidad post-2020 que se debate es una oportunidad histórica para que los gobiernos subnacionales, como La Rioja y otras Comunidades Autónomas y regiones del mundo, apliquen en sus territorios el nuevo marco de actuación en favor de la Biodiversidad e inviten a todas las regiones a elevar su voz y a poner fin a la pérdida de biodiversidad.
Para Dorado, “detener la extinción de especies y ecosistemas no es solo una cuestión moral, sino de pura supervivencia, ya que la pérdida de biodiversidad afecta gravemente a nuestra salud, a nuestro bienestar, y deteriora nuestras economías”. “De cómo abordemos la crisis de biodiversidad y la crisis climática durante los próximos años depende que podamos seguir asociando el apelativo de “inteligente” a nuestra especie”, ha concluido.
Esta conferencia cobra especial importancia porque debe fijar los compromisos vinculantes de los Estados miembro para detener la pérdida de biodiversidad, especialmente tras el fracaso global en el cumplimiento de las metas marcadas hasta 2020, periodo en que, lejos de frenarse, la extinción de especies ha continuado a un ritmo acelerado y se ha agravado el deterioro de los servicios de los ecosistemas, como la polinización, la depuración del agua, el control de enfermedades o la captura de CO2, que sustentan la vida en el planeta y son fundamentales para la salud humana, el bienestar y las actividades económicas de nuestras sociedades.
LAS REGIONES Y LA DECLARACIÓN DE EDIMBURGO.
La Declaración de Edimburgo sobre la biodiversidad firmada por el Gobierno de La Rioja, es un hito clave en el reconocimiento formal de las contribuciones de los gobiernos subnacionales (incluidas las ciudades y las autoridades locales) para el logro de los objetivos y metas mundiales de biodiversidad. En esta COP15 el objetivo de la Declaración de Edimburgo es que las Partes formalicen este papel a través de la adopción de un Plan de Acción específicamente dedicado a gobiernos sub-nacionales.
Por ejemplo, los gobiernos locales y subnacionales juegan un papel de liderazgo en la entrega de soluciones locales basadas en la naturaleza que mitiguen la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático. También jugarán un papel de liderazgo en la configuración y la implementación del marco mundial de la diversidad biológica posterior a 2020, que se discute en esta cumbre.
El Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) fue negociado bajo el auspicio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y se planteó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, denominada “Cumbre de la Tierra”, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992.
Entró en vigor el 29 de diciembre de 1993 y constituye un tratado internacional casi universal, ya que cuenta con más de 196 Partes Contratantes. La Unión Europea, España y el resto de Estados Miembros son Partes del Convenio. España lo firmó el 13 de junio de 1992 y lo ratificó el 21 de diciembre de 1993.
El Convenio tiene tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica; el uso sostenible de sus componentes; y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos. Este instrumento es legalmente vinculante para las partes contratantes por lo que constituye el referente y la base fundamental para el desarrollo de la normativa y medidas para el logro de sus objetivos en España.
El Parlamento Europeo, este mismo año, ha evaluado el Plan Estratégico para la Biodiversidad 2011-2020 y, de cara a la COP 15, subraya la necesidad de aumentar la ambición, la inclusión y el funcionamiento del Marco Mundial para la Diversidad Biológica posterior a 2020, al tiempo que pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que refuercen los mecanismos de aplicación del CDB en cooperación con los gobiernos subnacionales, para garantizar la total transparencia y responsabilidad de las Partes y la efectividad del próximo plan de la Estrategia Global de Biodiversidad.
En esta línea, el Parlamento Europeo ha pedido a la Comisión Europea y a los Estados miembros que promuevan la definición de un nuevo objetivo global para invertir la curva de pérdida de biodiversidad global para 2030, poner a la naturaleza en el camino de la regeneración en beneficio de todos, y contribuir a la protección de la biodiversidad, la mitigación y adaptación al cambio climático, la lucha contra la desertificación y la degradación de las tierras y la seguridad alimentaria.
Para ello solicita a la UE que impulse un mayor nivel de ambición durante las negociaciones y, potencialmente, pida proteger la mitad del planeta para 2050, ya que opina que en el marco posterior a 2020 debe consagrarse un claro objetivo global de conservación para 2030 de al menos el 30 % de las áreas naturales y el objetivo de restaurar al menos el 30 % de los ecosistemas degradados que puedan restaurarse, y que la UE debe establecer objetivos similares a nivel nacional.
No en vano, el acuerdo alcanzado en la COP14 por 196 gobiernos para aumentar las inversiones en la naturaleza y las personas hacia 2020 y más allá, subraya que el crecimiento económico solo puede facilitar el desarrollo sostenible si se desvincula por completo de la degradación de la biodiversidad y de la capacidad de la naturaleza para contribuir al bienestar de las personas.
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