PALENCIA, 7 (EUROPA PRESS)
Un belén de inspiración austriaca de alrededor de 200 piezas hechas a mano protagoniza el nacimiento del Centro Cultural Provincial de la Diputación de Palencia. ‘Christkindl’, Cristo Niño, de la familia Angulo, está compuesto por una serie de edificaciones históricas construidas a lo largo de seis siglos y que pueden contemplarse en el Museo al aire libre de Austria en Stübing.
Estas edificaciones están construidas en madera de pino con tejados de pizarra o de elementos vegetales, todas ellas han pasado un largo proceso de envejecimiento para dar un aspecto de realidad. Cabe destacar el grandioso granero en el que está instalado el Misterio, como es costumbre, que data del siglo XVII. Todo el nacimiento está ambientado con bornizo musgo, plantas y árboles naturales.
Se inspira en la historia de Cristo Niño Bajo el Cielo, una pequeña aldea austriaca situada en lo alto de una colina, en un lugar de peregrinación que data del siglo XVII, en torno a una iglesia barroca dedicada al Niño Jesús y que atrae a miles de visitantes cada fin de año.
Pero es su oficina de correos temporal, abierta de principios de diciembre a principios de enero, la que le garantiza su reputación mundial. Desde 1950 salen de allí cada año hasta dos millones de cartas y tarjetas de felicitaciones con el matasellos ‘Christkindl’. Este lugar se convirtió en un sitio de peregrinación popular tras la curación milagrosa de un joven llamado Fernando Sert que padecía una terrible epilepsia cuando rezó una imagen del Niño Jesús hecha con cera.
Por otra parte, el belén de la oficina de Turismo refleja el Camino Lebaniego con motivo del Año Jubilar Lebaniego 2023-2024. Un camino del siglo XXI para una tradición de más de cinco siglos muy ligada a la capital Palentina, desde donde parte hacia el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, cerca de Potes, en el corazón geográfico y emocional de Cantabria.
El itinerario de este tránsito entre los campos meseteños y las brañas cántabras transcurre en las tierras de Palencia por vallados paisajes, ya por las sirgas del Canal de Castilla, ya por el camino Románico del Norte y finalmente por las verdes trochas de las Montañas Palentinas hasta el límite entre ambas Comunidades.
Al llegar al Valle de Pernía, el peregrino se encuentra con la Colegiata de San Salvador de Cantamuda, que los canterios del siglo XII convirtieron en modelo de proporciones románicas, y en la que se ha querido albergar, en este año especial, la escena del Nacimiento de Niño.
La iglesia se halla completa y exenta en unos prados verdes al sur del caserío, donde aún pasta el ganado, en un nivel algo inferior al de la carretera, lo que favorece su contemplación. El exterior es un conjunto muy armonioso, de volúmenes bien definidos: lo más fotogénico del aspecto exterior es su fachada occidental, con una bella espadaña del románico español, siendo su elemento más emblemático.
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