SEVILLA, 4 (EUROPA PRESS)
La Universidad Pablo de Olavide (UPO) ha logrado reducir un 25% el consumo de energía eléctrica en el primer mes de aplicación del plan de ahorro energético con el que busca reducir en un 30% este consumo y con ello la factura de la luz, que en 2023 se prevé que experimente un incremento de dos millones de euros por la subida de las tarifas, según los datos facilitados por la institución académica a Europa Press.
El Consejo de Gobierno de la UPO aprobó el pasado 28 de octubre su plan de ahorro energético, que prevé una “racionalización del uso de la calefacción, teniendo en cuenta el clima de Sevilla” y cierre de edificios administrativos por las tardes, facilitando el teletrabajo, entre otras medidas. El plan, que entró en vigor el pasado 1 de noviembre, será revisado mensualmente y modificado “en función de su impacto sobre la comunidad universitaria y el ahorro energético generado”.
Según los datos facilitados por la UPO, en noviembre, el consumo ha caído un 27% con respecto al mismo mes del año anterior, situándose en 646.571 KwH, una cifra que supone una reducción del 25% respecto a lo consumido en octubre de 2022 (871.421 Kwh). Actualmente, el coste delKwH está en 0,12 euros, por lo que desde el Servicio de Infraestructuras, Mantenimiento y Eficiencia Enrgética (IMEE) de la UPO se calcula que las nuevas tarifas “estarán entre el doble y el triple de la actual”.
“El objetivo de ahorro propuesto por otras universidades rondaba el 20%, por lo que, de momento, lo estamos superando. Todavía quedan fases de implantación del plan, que tiene que ver con la concenciación y difusión de las medidas contempladas. Estamos a la espera de la llegada de distintos tipos de cartelería y sensores de temperatura y humedad para su instalación y la correcta monitorización de los edificios del campus”, explica Antonio Gallardo, delegado del rector para el Campus Sostenible, en declaraciones a Europa Press.
Entre las medidas a las que ha dado luz verde la institución académica, se encuentran la limitación en la temperatura fijada por los sistemas de climatización, con 19 grados de máxima para calefacción y 27 en el caso de aire acondicionado. Igualmente, los sistemas de calefacción estarán en funcionamiento cuando la temperatura mínima sea inferior a ocho grados o cuando se den dos circunstancias: la temperatura mínima exterior esté por debajo de doce y la temperatura máxima por debajo de 20, según la información facilitada por la Olavide.
El horario también estará regulado. La calefacción permanecerá apagada entre las 12,00 y las 16,00 horas, y también entre las 20,00 y las 7,00 horas. La iluminación exterior se reducirá al 33% de su capacidad tras el cierre del Metro y seguirá el proceso de sustitución de las lámparas incandescentes y halógenas por las de tecnología LED. Se “prohibirá” el uso de dispositivos eléctricos individuales –estufas o calefactores– y se procederá al cierre de determinados edificios administrativos en horario de tarde, cuya actividad pasará a modalidad de teletrabajo “siempre que sea posible”.
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