SEVILLA, 30 (EUROPA PRESS)
Una investigacion del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) ha descubierto que genes no codificantes son, en realidad, genes cortos capaces de generar proteínas hasta ahora desconocidos.
El dogma central de la biología molecular afirma que el ADN contiene las instrucciones para crear proteínas. El ARN actúa como intermediario para transmitir estas instrucciones a los ribosomas, la maquinaria encargada de generar las proteínas, en un proceso denominado como ‘traducción’. Existen excepciones, ciertos tipos de ARNs, llamados ARNsno codificantes, no conllevan a la producción proteínas (no son traducidos), sino que llevan a cabo otras funciones en las células (estructurales, regulación de la expresión génica).
El trabajo de los Drs. Pedro Patraquim, Emile Magny y Ana Platero se centra en el estudio de estos ARN no codificantes, usando como organismo modelo la mosca de la fruta. El grupo de investigación ha demostrado que, de unos 2.000 ARNs no codificantes encontrados en la mosca, en realidad, existen entre 150-300 genes que sí son capaces de ser traducidos y producir péptidos. Estos genes poseen secuencias muy cortas y tienen un origen reciente.
A la luz de estos resultados, genes anotados anteriormente como nocodificantes, como por ejemplo bxd, ibin y hsr-omega, y a los cuales se les han atribuido funciones en el desarrollo inmunidad y resistencia al calor extremo respectivamente, deben ser ahora reinterpretados. Así como otros muchos que están sin estudiar y podrían proveer respuestas a diversos problemas de la biología.
Además, estas observaciones son aplicables a otras especies, en el ser humano podrían existir más de 7.000 genes cortos que igualmente producirían péptidos previamente desconocidos. Muchos de estos genes podrían haber aparecido por primera vez en nuestra especie, y por lo tanto ser responsables del desarrollo de rasgos o enfermedades exclusivos al ser humano.
Este estudio liderado por el Prof. Couso abre nuevas líneas de investigación, y ha comentado que “el estudio de estos cientos de péptidos nuevos y de sus funciones abren muchas puertas en investigación, involucrando varios laboratorios, potencialmente cada péptido puede generar una nueva línea de investigación. Estos péptidos pueden tener una función importante en la formación de estructuras biológicas o ser una potencial diana de tratamiento de enfermedades”.
Además, el Dr. Patraquim resalta que “estos hallazgos sugieren un mecanismo para la posible aparición de nuevos genes común a todos los animales, abriendo vías de investigación muy relevantes para entender la evolución y el funcionamiento de los genomas animales y patologías humanas”. Comprender de dónde venimos nos puede dar pistas para encontrar soluciones a los problemas de la sociedad actual, que incluyen la prevención y tratamiento de enfermedades.
EL CABD
El CABD se fundó en el año 2003 como el primer instituto españolespecializado en el estudio de la Biología del Desarrollo. En 2017 elDepartamento de Regulación Génica y Morfogénesis recibió la acreditación de Unidad de Excelencia María de Maeztu para el periodo 2017-2021 y ha sido ampliada para el CABD en su conjunto durante el periodo 2022-2025.
Recientemente el CABD ha sido galardonado por la Academia de las Ciencias Sociales y Medio Ambiente de Andalucía con el Premio de Investigación, Innovación, Desarrollo y Empresa, en la categoría de ‘centros de investigación’.
El CABD, que se aloja en el edificio JA Campos Ortega, es un centro mixto cofinanciado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Junta de Andalucía y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla. La edificación y el equipamiento fueron costeados con fondos de la Unión Europea.
El foco de la investigación se ha escogido para acoger y promover laprestigiosa escuela española de Biología del Desarrollo, que se ha idoextendiendo por diferentes laboratorios internacionales. Actualmente el centro lo ocupan grupos jóvenes y dinámicos trabajando en desarrollo embrionario utilizando modelos de ratón, varios modelos de pez, Xenopus, Drosophila, Caenorhabditis, organoides y sistemas computacionales. Otros grupos estudian procesos generales como control del ciclo celular en levaduras, regulación génica en bacterias y estrés oxidativo.
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