MADRID, 29 (SERVIMEDIA)
Dos de las empleadas del BBVA que habían sido citadas a declarar como testigos este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea señalaron a Ricardo Gómez Barredo (miembro del Comité de Dirección del banco) y Javier Malagón Navas (exdirector de finanzas) como dos de los directivos de la entidad que estaban al tanto del pago de facturas a la empresa del excomisario José Manuel Villarejo.
Entre hoy y mañana el juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 tiene previsto tomar declaración a varios trabajadores del BBVA relacionados con el área de Contabilidad del banco para tratar averiguar hasta donde era conocida la colaboración con Villarejo.
En concreto, Clara Codesal y Beatriz Aguiriano, que trabajaban en ese equipo, explicaron que las facturas que se pagaron a la empresa Cenyt eran conocidas por ambos responsables que ya están imputados en esta pieza del ‘caso Tándem’.
Gadea acordó practicar estas testificales después de que la Sala de lo Penal aceptara parcialmente el recurso de apelación presentado por el que fuera jefe de Seguridad del banco Julio Corrochano y que contaba también con el respaldo de la Fiscalía Anticorrupción.
Precisamente, los fiscales consideraban que Beatriz Aguiriano, Clara Codesal e Itziar Ibáñez Loipategui participaron en el pago de facturas a la empresa Cenyt, propiedad de Villarejo, para lo que, de acuerdo con las normas de funcionamiento interno del BBVA, debieron tener acceso al contrato y comprobar que los servicios se habían prestado para proceder al pago. Los tres testigos están citados este martes. Mañana, el magistrado también escuchará las explicaciones de Isabel López y José María Lazarrabal Zabala, también relacionadas con los pagos al excomisario.
En esta causa se investiga el entramado empresarial de Villarejo que fue contratado entre los años 2004 y 2017 para investigar supuestamente a políticos, empresarios y competidores por un monto superior a los 10 millones de euros. El magistrado ya escuchó a los responsables de la sucursal del BBVA de la madrileña calle Orense en la que el excomisario abrió una cuenta bancaria en 2004, tras ser contratados sus servicios y por la cercanía a las dependencias de su empresa.
La cuenta de crédito abierta tenía una garantía hipotecaria de más de un millón de euros por un plazo de 60 meses, pero tiempo después Villarejo consideró que no se le había compensado adecuadamente y demandó a BBVA.
Durante la instrucción de esta causa, el banco ha tratado de limitar las responsabilidades en relación a la contratación de Villarejo y circunscribirla a los responsables de Seguridad de la entidad. Ahora, el juez pretende averiguar el “grado de conocimiento” dentro del BBVA de la relación con Cenyt, dado que hay indicios contradictorios.
La instrucción de esta causa está tocando a su fin y, con probabilidad, se dará por concluida con la declaración, el próximo 15 de diciembre, del expresidente del BBVA Francisco González, imputado por delitos de cohecho y revelación de secretos.
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