La primera ceremonia sin el profesor rinde homenaje “al vacío latente” que deja el impulsor de estos galardones
VALÈNCIA, 25 (EUROPA PRESS)
Los Premios Rei Jaume I se han despedido este jueves de su impulsor, el profesor Santiago Grisolía, el “maestro de la ciencia y la vida” que falleció el pasado 4 de agosto cuando estaba a punto de cumplir los 100 años, con un sentido homenaje y un recuerdo “al vacío latente” que deja.
Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, han presidido este ceremonia de entrega de los premios, la primera sin la presencia de este bioquímico y divulgador que situó a València en el mapa científico internacional. El espíritu de Grisolía ha estado presente así en todos los discursos con un recordatorio continuó a la máxima que guió su vida: “Si no pedaleas te caes”.
Así, la gala ha arrancado con un minuto de silencio en su memoria, roto a su término con una fuerte ovación y con la proyección de un vídeo recordatorio de su vida y de los principales logros científicos del que fue el primer marqués de la ciencia.
Con imágenes desde su niñez hasta una de sus últimas entrevistas se ha recordado a este discípulo “aventajado” del Premio Nobel Severo Ochoa en la que, como a lo largo de toda su trayectoria, no dejó de reclamar la promoción de la ciencia en su ciudad natal y en el que el profesor mostraba su deseo de que la investigación “siga avanzando como lo está haciendo”.
El Rey Felipe VI ha iniciado su discurso, en valenciano, señalando que “hay personas cuyo legado es inmortal” y que Grisolía “fue una de ellas”. Una parte importante de su legado, ha destacado, son los Premios Rei Jaume I, por lo que en la primera edición sin su presencia le ha dedicado un “emocionado recuerdo lleno de afecto, admiración y gratitud”.
En esa línea, se ha unido junto a la Reina “al homenaje de reconocimiento que compartimos todos hacia un valenciano universal que dedicó su vida, su pasión y su talento a mejorar la sociedad a través de la Ciencia; a un visionario que se anticipó al futuro con avances tan determinantes como el ‘Proyecto Genoma Humano'”.
Felipe VI ha explicado que su relación con el profesor se remonta a más de tres décadas, cuando en 1990, con 22 años, le entregó el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, cuyo jurado presidió el Nobel Severo Ochoa. Unas semanas antes, ha recordado, el Rey había presidido por primera vez la ceremonia de los Premios Rei Jaume I. Desde entonces, ha tenido “la fortuna de venir y de compartir con él” en diez ocasiones las ceremonias de entrega de estos premios.
“Hacerlo de la mano de Don Santiago era algo muy especial, emocionante; tanto por la pasión con la que lo vivía –la misma que dedicó en su vida a la propia investigación–, como por su esfuerzo permanente en divulgar cada avance o descubrimiento que seprodujera, y en recabar todos los apoyos posibles –públicos y privados– para, en definitiva, elevar en España nuestro nivel científico, fomentar vocaciones tempranas y lograr mayor retención y atracción de talento en nuestro país. Ese era el sueño que más ilusión le hacía y al que tanto se empeñó en hacer realidad”, ha resaltado.
En ese sentido, ha recordado la “mirada serena, curiosa y generosa del profesor Grisolía”, “maestro incansable no solo en generar conocimiento sino también en acercarlo a la sociedad para hacerla avanzar”, y ha destacado que su “energía y actividad” hasta los 99 años fue “asombrosa”. “Cuando le preguntaban sobre el secreto de su vitalidad, contestaba: ‘Si no pedaleas, te caes’. El profesor nunca dejó de pedalear. Y ese tesón es precisamente una de las virtudes que caracteriza a las personas de Ciencia”, ha subrayado el monarca.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha lamentado al inicio de su discurso que hay “un inmenso vacío” en la Lonja que se siente como “una compañía latente” y “una presencia ausente”. “Hasta eso,tan arraigado en la emoción, es capaz de explicarlo la ciencia. Lo llaman la ‘energía del vacío’, porque el vacío no es la nada y contiene la energía del punto cero. Una bella paradoja” que desvela que “el vacío de hoy está tan lleno de energía, de vitalidad, de porvenir” y que es gracias a Santiago Grisolía, “al alma de estos Premios Jaume I”
Puig, que ha subrayado que el mayor título de Grisolía fue el de ‘profesor’, ha opinado que este viernes estaría “orgulloso de ver, en este acto, su mejor legado”. “Como el buen profesor que era,sigue impartiendo magisterio y lo hace a través de estas seis personas distinguidas por su excelencia en la investigación, la ciencia y la innovación”.
Para forjar una unidad que nos permita mejorar como sociedad, Puig ha invitado a abrazar “el vacío latente” que se ha vivido en la Lonja. “Esa energía inagotable del profesor Grisolía: un generador de química humana, un tejedor de complicidades, pura proteína socialque siempre nos acompañará. Porque en él, como escribió Francisco Brines, ‘hay demasiada vida para una despedida'”, ha concluido.
“CABALLERO Y CAMPEÓN DE LAS CIENCIAS”
El Premio Nobel Roger Kornderg -que también preside el jurado de Investigación Básica– ha sido el encargado de iniciar el homenaje al dedicarle unas palabras por la especial relación científica, pero también personal, que mantuvieron. Así, ha recordado que Grisolía llevó dos vidas, la primera como profesor de bioquímica en Estados Unidos, y la segunda como “campeón de las ciencias en España”.
“Sus dos vidas estuvieron unidas por un profundo amor a la ciencia y la convicción de su importancia para el futuro de España y de la humanidad”, ha señalado. Tras recordar sus logros profesionales, ha remarcado que “el gran éxito” de Santiago Grisolía en la promoción de la ciencia en España “se debió en gran parte a su calidez personal y a la generosidad de su espíritu, a su desinterés y a lo firme de su compromiso, a su sabiduría y a su dignidad”.
“Santiago era un caballero. Los que tuvimos el privilegio de asistirle en el proceso de concesión de los Premios Rei Jaume I seguiremos haciéndolo en su memoria. Las aportaciones de Santiago a la ciencia y a la sociedad en España y a los Premios son su legado”, ha apostillado.
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación de los Premios Jaume, Vicente Boluda, ha asegurado que, aunque la ausencia de Grisolía “es insustituible en esta magnífica Lonja, su legado es tan grande que siempre estará presente”. “Un legado, unos logros, unos avances que estamos comprometidos a mantener y a aumentar”, ha asegurado.
En ese sentido, ha destacado que Grisolía fue el “pionero” en unir a “dos colectivos que parecían abocados a la no-comunicación, como son la investigación y la empresa. Dos colectivos que parecían agua y aceite, pero que él, con su empeño, consiguió mezclar”. Boluda ha puesto en valor que el profesor “actuó ensalzando el talento, el rigor y la excelencia, buscando siempre el reconocimiento social de investigadores, científicos y empresarios”.
El Rei Jaume I Investigación Médica 2022, Antonio M. de Lacy Fortuny, en nombre de todos los galardonados, ha tenido una mención especial a Grisolía, del que ha dicho que “los cirujanos le llamaríamos un maestro, que es un nivel superior a profesor, porque basta ver el vídeo sobre qué ha hecho en su vida”. “Gracias a él sin duda alguna estamos aquí”, ha apostillado.
Por último, el alcalde de València, Joan Ribó, le ha agradecido asimismo haber llevado el nombre de València por todo el mundo. “Estos premios llevan su huella, hoy y siempre”, ha apostillado.
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