Incluye una partida adicional de 154 millones procedente del remanente de tesorería
BARCELONA, 24 (EUROPA PRESS)
El pleno de la Diputación de Barcelona ha aprobado el Presupuesto para 2023, que cuenta con 1.241,88 millones de euros –la cifra más elevada de la historia de la institución–, con 1.087,4 millones (aprobados este jueves) más una partida adicional de 154 millones procedente del remanente de tesorería, lo que supone un aumento del 4,28% respecto al de este año.
La presidenta de la corporación, Núria Marín, junto al diputado de Recursos Humanos, Hacienda y Servicios Internos, Carles Ruiz, y la vicepresidenta segunda, Carmela Fortuny, han presentado el Presupuesto en rueda de prensa media hora antes de debatirse en el pleno, donde las cuentas se han aprobado con el voto a favor de PSC, Junts, En Comú Guanyem y Tot per Terrassa; y la abstención de ERC, Cs y PP.
Las cuentas para 2023 –que son las últimas de este mandato– mantienen el equilibrio presupuestario entre ingresos y gastos y no presentan déficit, un hecho que Marín, Ruiz y Fortuny han destacado teniendo en cuenta los “impedimentos” de los últimos años por la pandemia del Covid y la guerra de Ucraina.
En ese sentido, el Presupuesto prevé un crecimiento de más de un 55% de la partida destinada a los suministros (+4,1 millones de euros) a causa del aumento de los precios de la energía.
La Diputación prevé aprobar a principios del 2023 la partida adicional de 154,4 millones de euros, que irán destinados principalmente a los programas Resiliència 3.0 y Renovables 2030, con 50 millones cada uno.
EL 83% PARA LOS AYUNTAMIENTOS
Para Marín, este Presupuesto es “una carta de navegación ambiciosa y realista” teniendo en cuenta el mandato, que ha definido como complejo y difícil, y confía en poder ejecutar las cuentas como está previsto para continuar manteniendo el apoyo de la corporación a los ayuntamientos.
Ruiz ha destacado que el 83% del Presupuesto se destina a los ayuntamientos (más de 898 millones), lo que considera que refuerza a la Diputación como “una entidad de apoyo con la prestación de servicios y creación de redes”, una característica que asegura que les hace diferentes a otras administraciones.
Ha valorado la capacidad de gasto de la corporación, un “éxito que tiene que ver con la musculatura que han ejercido los municipios que a pesar de las circunstancias difíciles han podido poner en marcha sus proyectos”.
Para Ruiz, los elementos que facilitan mantener el apoyo a los consistorios son la suspensión de las reglas fiscales –que “ha permitido una capacidad inversora superior”–, la estrategia de encarar los recursos hacia la recuperación tras el Covid con el mantenimiento de políticas transformadoras, y el poder abordar el cambio climático.
INGRESOS
Los ingresos proceden de tres fuentes de recursos diferentes: por un lado, 832,33 millones de la cesión y participación en los tributos del Estado; por otro, 213,72 millones de ingresos no tributarios (incluyen precios públicos y subvenciones, entre otros), y, por último, 41,39 millones de ingresos tributarios (entre los cuales se incluye el impuesto sobre actividades económicas y las tasas).
El Plan Xarxa de Governs Locals, con 274,47 millones de euros, continuará siendo una de las principales líneas de apoyo de la Diputación a los gobiernos locales; un programa que se materializa con el Catálogo de Servicios (132,1 millones), el Programa General de Inversiones (61,1 millones) y los programas sectoriales o específicos (81,2 millones).
Otros ámbitos que se beneficiarán de las cuentas (que consolidan el compromiso de la corporación con la implantación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS) son la red local de carreteras (44,7 millones), el proyecto Via Blava Anoia Fase I (4,5 millones), la Red de Bibliotecas Municipales (4,2 millones), las Acciones Plan Clima y el mantenimiento de los edificios y recintos corporativos, entre otros.
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