MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La ONG Save the Children ha alertado este jueves de que el miedo y el estrés que provocan los intensos bombardeos en Ucrania tienen un efecto devastador en la salud de las madres, así como de sus hijos, que corren el riesgo de nacer prematuramente.
“Una media de unos 900 niños al día están naciendo en una vida de incertidumbre. El caos de la guerra supone una grave amenaza para estas madres y sus recién nacidos”, ha resaltado la directora de la ONG en Ucrania, Sonia Khush, agregando que el estrés y el miedo han provocado que muchas mujeres den a luz antes de tiempo.
En este sentido, ha explicado que, pese a que la situación al principio de la guerra era peor, ya que muchas mujeres daban a luz en sótanos o búnkeres, ahora lo hacen en “hospitales desbordados, lejos de sus familiares, y en países que acogen a personas refugiadas de Ucrania”.
Estos síntomas de estrés pueden afectar, según alerta Save the Children, al desarrollo cerebral o al sistema inmunitario del bebé, así como llegar a provocar un aborto o un parto prematuro. Esto último le ocurrió a Antonina, una mujer de 27 años embarazada de 30 semanas que huyó de los combates en Donetsk y dio a luz a una niña prematura.
“La guerra añadió una inmensa cantidad de estrés a mi embarazo. No podía dormir con el sonido constante de los combates y el miedo a que le pasara algo a mi familia. Estaba tan estresada que acabé teniendo la tensión alta”, cuenta Antonina, agregando que, de no ser por la guerra, no habría tenido un embarazo tan difícil.
Su niña, Ganna, nació con el sistema inmunitario debilitado, lo que implica que tendrá que utilizar un inhalador tres veces al día y tomar medicación durante los próximos tres años. A ello se le suma que la pareja de Antonina no puede encontrar trabajo, pese a haberse mudado a una casa compartida en Dnipro, con la consecuente dificultad de sufragar los gastos de los medicamentos.
Ante estos duros testimonios, en un tono positivo, Khush ha indicado que en estos momentos “hay menos mujeres que dan a luz en búnkeres en comparación con este año”, aunque desde Save the Children alertan de que el sistema sanitario ucraniano “está sometido a una inmensa presión”.
La ONG ha explicado que en estos nueve meses de guerra se han registrado más de 700 ataques contra infraestructuras sanitarias y más de 1.100 niños han muerto o resultado heridos como consecuencia de los constantes ataques, según cifras de Naciones Unidas.
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