MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) ha asegurado que el proceso de entrega del armamento pesado con el que cuenta el grupo está vinculado a la retirada de las tropas aliadas de Etiopía de la región de Tigray (norte), días después de que el Gobierno afirmara que este repliegue dependía del proceso de desarme.
Tadesse Werede, un alto cargo de las fuerzas tigrayanas, ha indicado en una entrevista concedida a la cadena de televisión Tigray TV que la aplicación del acuerdo ha sido puesta en marcha tras la reciente reunión en Kenia con dirigentes militares de Etiopía y ha agregado que sus combatientes ya han sido informados sobre los protocolos de desarme.
Así, ha explicado que este proceso “podría ser completado totalmente en dos días”, si bien ha apuntado que la retirada de fuerzas eritreas y de la región de Amhara es necesaria para la entrega del armamento pesado, según ha recogido el diario etíope ‘Addis Standard’.
Tadesse ha subrayado que los siguientes pasos implican el repliegue de las fuerzas del TPLF de las líneas de frente. “Dependiendo de nuestras capacidades logísticas y de transporte (…) podría llevar unos pocos días”, ha argüido.
En este sentido, ha resaltado que las fuerzas del TPLF se enmarcan “en un sistema de mando” y ha añadido que “no hay ninguna fuerza” al margen del mismo. “No hay más fuerzas armadas. Las fuerzas etíopes en Tigray dicen lo mismo, así que no creo que haya nada que quede fuera de control”, ha zanjado.
El jefe del Servicio de Comunicación del Gobierno de Etiopía, Legesse Tulu, garantizó la semana pasada que las tropas aliadas del Ejército, incluidas las fuerzas eritreas, se retirarán de Tigray una vez que se complete el proceso de desarme del TPLF. Así, dijo que las fuerzas que “no sean parte” del Ejército “se retirarán en línea con el acuerdo cuando éste sea aplicado”.
El conflicto en Tigray estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el Gobierno del primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo, incluida la negativa del TPLF a la hora de reconocer un aplazamiento electoral y su decisión de celebrar comicios regionales al margen de Adís Abeba.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.
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