MADRID, 20 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Congreso de los Diputados deliberará y votará este próximo jueves los gravámenes temporales a las grandes compañías energéticas y a las entidades bancarias, así como la creación de un impuesto de “solidaridad” a las grandes fortunas.
Lo hará después de que la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados diese luz verde al dictamen de la proposición de ley presentada por los partidos del Gobierno de coalición, PSOE y Unidas Podemos, con la inclusión de algunas enmiendas.
Entre las principales modificaciones, los grupos del Gobierno accedieron a introducir seis enmiendas transaccionadas con EH Bildu y distintas formaciones del Grupo Plural para abrir la puerta a que estas nuevas figuras tributarias puedan convertirse en permanentes o para que sean gestionadas por las haciendas forales vascas y navarra.
Respecto al gravamen a las energéticas, PSOE y Unidas Podemos acordaron con PNV el PDECat excluir del importe neto de la cifra de negocios –importe que será la base para calcular el impuesto– los ingresos por actividades reguladas e internacionales, limitándolo así a las actividades realizadas en España.
Asimismo, otra enmienda aprobada en Comisión delimita los fines para los que se destinarán los ingresos del impuesto a las energéticas: apoyo a hogares vulnerables y a empresas de gran consumo energético, e impulso de la autonomía energética de España.
El impuesto a las compañías energéticas gravará su cifra de negocios anual con un tipo del 1,2%. Lo pagarán las compañías que facturen más de 1.000 millones en España y hayan generado en el año previo a la creación del impuesto “al menos el 75% de su volumen de negocios” con actividades relacionadas con la extracción, la minería, el refinado de petróleo o la fabricación de productos de coquería.
El objetivo es que esta figura –que en principio se espera que estén en vigor durante 2023 y 2024– quede aprobadas para entrar en vigor el 1 de enero de 2023 y se recaude en torno a 1.500 millones de euros al año.
IMPUESTO A LA BANCA
El calendario es el mismo con el impuesto a la banca, con el que el Ejecutivo espera recaudar 2.000 millones. Gravará con un 4,8% los ingresos anuales en intereses y comisiones de las entidades financieras que ingresen por este concepto más de 800 millones de euros anuales.
Entre las novedades del texto, PSOE y Unidas Podemos acordaron que el gravamen alcance también a las sucursales de los bancos extranjeros en España, ya que en el texto original se limitaba su radio a las entidades españoles.
Por último, la proposición de ley que el Congreso votará este próximo jueves incluye el impuesto a las grandes fortunas, que será del 1,7% para los patrimonios de entre 3 y 5,3 millones de euros; del 2,1% para los patrimonios entre 5,3 y 10,6 millones, y del 3,5% para aquellos patrimonios superiores a 10,6 millones de euros.
GRANDES FORTUNAS
La configuración del nuevo impuesto “coincide básicamente con la del Impuesto sobre el Patrimonio, tanto en cuanto a su ámbito territorial, exenciones, sujetos pasivos, bases imponible y liquidable, devengo y tipos de gravamen, como en el límite de la cuota íntegra”, y el “carácter de complementario” al Impuesto de Patrimonio se produce en la deducción de la cuota de éste, para evitar la doble imposición.
En este sentido, para la determinación de la base imponible de este impuesto, resultarán aplicables las reglas contenidas en la ley del Impuesto del Patrimonio, de manera que se incluye una reducción en concepto de mínimo exento de 700.000 euros.
Al igual que los gravámenes a las energéticas y a la banca, el texto señala que la vigencia de este impuesto será hasta 2024, pero que “el Gobierno efectuará una evaluación para valorar los resultados del impuesto y proponer, en su caso, su mantenimiento o supresión”.
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