MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La coalición internacional de ONG aglutinada en el movimiento 350.org ha denunciado que los resultados de la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU que ha terminado esta madrugada en Egipto “allanan el camino para la expansión continua de los combustibles fósiles y el aumento de los impactos climáticos”, lo que amenaza los resultados del fondo para pérdidas y daños.
Para 350.org, esta iba a ser la ‘COP de la implementación’ pero las fuertes influencias de la industria de los combustibles fósiles, sumadas al papel de la Presidencia egipcia, de Estados Unidos, la UE, China, los países del Golfo y de Japón “no se ha logrado cumplir”.** Así, considera que aunque el texto final de la COP27 hace referencia a la ciencia y reafirma el objetivo de 1,5ºC e incluye lenguaje sobre energía renovable y transición justa, a la hora de la verdad continúa socavando los avances contra el cambio climático al no incluir la eliminación justa y equitativa de todos los combustibles fósiles.
Si bien, reconoce que es un “avance significativo” que los países ricos hayan reconocido la necesidad de crear un fondo de respuesta a pérdidas y daños para los países en desarrollo.
“Este es un testimonio del liderazgo de los países afectados y la sociedad civil, que se han mantenido firmes en este tema crítico de la justicia climática”, defiende, aunque advierte de que la falta de un lenguaje crítico para eliminar gradualmente los combustibles fósiles amenaza “estos logros” dado que su uso continuo impulsará aún más el cambio climático y provocará más pérdidas y daños.* Para 350.org son buenos los avances fuera del marco de la ONU anunciados por países como Kenia, Fiji, Tuvalu y Chile, que muestran compromisos con la eliminación gradual de los combustibles fósiles al convertirse en amigos de Beyond Oil and Gas Alliance. También ha destacado el papel de Colombia, que ha mostrado también liderazgo y voluntad política al pedir financiación para una transición energética justa y el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado el regreso de su país a las negociaciones climáticas.
En su análisis de los resultados de la Cumbre del Clima, elogia asimismo que activistas de todo el mundo reafirmaron que la crisis climática es un problema de derechos humanos. Así, celebra que han trabajando juntos indígenas, comunidades de primera línea, grupos de género y de mujeres, redes de personas con discapacidad y activistas de derechos humanos de todo el mundo, para dejar claro que la “justicia climática y ambiental no es posible sin justicia social”.
“El movimiento climático global seguirá tomando la delantera: contando historias de resiliencia, exponiendo las mentiras de la industria de los combustibles fósiles y luchando por soluciones reales, justas y accesibles”, pronostica.
La directora ejecutiva de 350.org, May Boeve, ha declarado que “no queda tiempo para cambios incrementales, cada fracción de grado importa”.
“Necesitábamos una eliminación rápida, justa y equitativa de los combustibles fósiles, y la COP, una vez más, no lo ha logrado. Los avances en pérdidas y daños son testimonio del increíble trabajo de la sociedad civil de los países más afectados. Pero sin una eliminación gradual de los combustibles fósiles, estamos poniendo al mundo en el camino de más pérdidas y daños. Aquí es donde la COP ha fallado”, ha apostillado.
No obstante, ha asegurado que la COP “no es el juego, es el marcador” y asegura que los llamamientos para incluir la eliminación gradual de los combustibles fósiles “nunca han sido tan fuertes”.
Así, valora que el progreso real en esta agenda está ocurriendo en el mundo real, a medida que las personas toman las calles, se organizan para detener nuevos proyectos de combustibles fósiles, litigan contra la industria de los combustibles fósiles y se movilizan por soluciones renovables. “No estamos derrotados, y nunca seremos derrotados”, concluye.
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