EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ), 18 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha abortado la introducción de un teléfono móvil de alta gama y dos mini botellas de whisky perfectamente empaquetadas, adosadas a un dron, para introducirlas en el centro penitenciario de Puerto 2, y se han identificado a tres individuos a bordo de un vehículo que estaba estacionado de forma oculta en un carril próximo a esta prisión gaditana.
Los agentes han informado a través de un comunicado de que en torno a las 2,00 horas de la madrugada de este viernes se identificaron a estas tres personas en un vehículo que guardaba en su interior un dron, su mando controlador, tres baterías, hilo de pesca con cuatro engarces, además de un paquete envuelto en plástico negro que contenía el móvil y las dos mini botellas del destilado.
Todo parecía indicar que estaban a punto de volar el dron de forma inminente con la intención de introducir en el interior de la prisión dichos efectos. Los tres individuos carecían de licencia para hacer volar el dron y de la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea para sobrevolar en dicho espacio aéreo, y no pudieron demostrar registro específico donde constara declaración sobre la actividad nocturna.
La actuación policial concluyó con la incautación del dron y sus componentes, así como los objetos descritos que pretendían introducir ilícitamente en el centro penitenciario. Los tres responsables fueron identificados por los agentes tramitar las correspondientes actuaciones por la infracción a la normativa de AESA y de Protección de la Seguridad Ciudadana.
La Policía ha advertido de que los teléfonos móviles se han convertido en el efecto “más buscado” por algunos internos de centros penitenciarios, y se sospecha que su introducción acarrea un alto beneficio económico para los encargados de hacerlo.
La actuación policial ha sido realizada por personal adscrito a la Brigada de Seguridad Ciudadana de El Puerto de Santa María – Puerto Real, en el marco de las funciones de seguridad perimetral y prevención de hechos ilícitos en el entorno de los penales, encomendadas al Cuerpo Nacional de Policía, y cuyo objetivo es la detección de intromisiones tanto por vía terrestre como aérea.
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