CÁDIZ, 17 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Cádiz, a través de la Delegación de Urbanismo y Movilidad, ha elaborado un proyecto que tiene como objetivo reducir los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y las partículas contaminantes a la salud (NOx, Pm5, Pm10) que se producen en la ciudad. El proyecto, que irá con cargo a los Fondos Next Generation por un valor de 2.329.000 euros, prevé instalar 33 puntos de control de acceso en Casco Histórico y Paseo Marítimo, así como nueve puntos de control y aforo en la entrada a la circunvalación del Casco y en cada entrada de la ciudad.
En una nota, el Ayuntamiento ha señalado que esta iniciativa pretende seguir la línea de coherencia con los compromisos adquiridos en el Pacto de los Alcaldes por el Clima, la Ley de Transición Ecológica y el propio Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la ciudad.
Asimismo, ha indicado que según informe del año 2021 del Ministerio para la transición Ecológica sobre el Perfil Ambiental de España 2020, el Sector transporte por carretera genera el 26,9% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de España, y es responsable del 6,7% de las emisiones de partículas finas PM2,5 (el 7,3%, si se considera el total de partículas en suspensión, TSP), y del 30,6% del total de emisiones de NOx a la atmósfera. Estos porcentajes aumentan significativamente cuando se trata de las zonas urbanas.
En base a esto, el concejal de Movilidad, Martín Vila, ha afirmado que “es preciso estar a la altura del reto climático, reducir las emisiones que el tráfico a motor genera en la ciudad, pero a su vez, que este proyecto de Zona de Bajas Emisiones sea un aliado en la estrategia de peatonalización para hacer del espacio urbano más amable”. Para el edil, se trata de disminuir el tráfico “para reducir las emisiones, pero también el ruido, mejorar la seguridad vial y generar espacios amables para el peatón”.
Con respecto a los lugares especificados, la zona de Casco Histórico y Paseo Marítimo, se ha determinado su control “por ser las dos zonas que en los últimos años han avanzado en esta estrategia, con esta herramienta de control ya precisa se podrá peatonalizar el total del casco histórico”. Esto significa que sólo tendrá acceso el tráfico de necesidad: personas usuarias garaje, residentes con zona verde, mercancías en el horario establecido, servicio público y vehículos de emergencias.
Además, con el control en los accesos se podrán tomar medidas accesorias también encaminadas a reducir las emisiones, o incluso de control de tráfico en determinados eventos.
“Se ha demostrado con las medidas que hemos adoptado en este mandato, que han mejorado el espacio urbano, la calidad estancial y revitalizando precisamente zonas que así lo necesitaban”, ha afirmado Vila.
El proyecto, además de la instalación de los puntos de control antes mencionados, recoge la señalización horizontal y vertical necesaria, así como plataformas para la implantación de este servicio: Gestión, Comunicación y Formación.
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