MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La electroescleroterapia es una novedosa técnica que se está aplicando por primera vez en España en el Hospital Nuestra Señora del Rosario para tratar as malformaciones vasculares superficiales -capilares, venosas, linfáticas y arteriovenosas-, que son patologías frecuentes que, en forma de bultos, quistes o bolsas rellenos de sangre o linfa, deforman la cara o la lengua o aparecen en las extremidades o el cuerpo
Ahora, gracias a la electroescleroterapia con bleomicina es posible reducir considerablemente estas malformaciones o eliminarlas, señala el doctor Alfredo Casasco para quien “esta técnica tiene mayor eficacia que las convencionales, además de emplear menos dosis de agente esclerosante y provocar menos efectos secundarios”.
La técnica se da través del ‘Cliniporator Vitae, un novedoso electroporador, que como destaca Casasco, responsable del Servicio de Terapéutica Endovascular y Percutánea y especialista en el uso de esta tecnología, tiene varias ventajas con respecto a las técnicas convencionales: mayor eficacia, menor dosis de agente esclerosante, menos efectos secundarios y una apertura al tratamiento de otras malformaciones.
Los agentes esclerosantes más comúnmente empleados -ethanol, picibanil, polidocanol, bleomicina, doxycycline, etc.- resultan muy erosivos o agresivos, pueden destruir los tejidos sanos y, además, no pueden inyectarse en las lesiones en grandes cantidades por sus efectos secundarios. Por si fuera poco, no todos los pacientes responden bien a la escleroterapia y muchos tienen recurrencias.
En el caso de la bleomicina, se trata de un antibiótico antineoplásico hidrofílico sintetizado por la bacteria Streptomyces verticillus, que actúa produciendo roturas en las cadenas simples y dobles de ADN, lo que provoca que la célula detenga su ciclo celular y muera por apoptosis. El problema es que la bleomicina penetra difícilmente dentro de la célula, dado que la membrana celular se lo impide.
“También tiene un efecto esclerosante específico sobre el endotelio vascular, pero este se produce por contacto de la bleomicina con el mismo, por lo que será necesario administrar cantidades proporcionales al volumen de la lesión”, explica el doctor Casasco, quien destaca que no resulta recomendable debido al peligro de toxicidad pulmonar y de la piel.
Así, dado que el mayor efecto de la bleomicina se produce a nivel intracelular, se hace preciso conseguir que el antibiótico penetre en las células y las destruya y esto se logra mediante la electroporación reversible, es decir, la aplicación de una corriente eléctrica suave, a través de electrodos implantados temporalmente sobre los tejidos malformativos, lo cual crea poros en la pared celular, dejando entrar el medicamento.
Al poco tiempo, la membrana celular se cierra, pero la bleomicina queda en el interior de la célula, produciendo la muerte celular. “Este sistema, que ya hemos empezado a utilizar en el Hospital Nuestra Señora del Rosario, es 700 veces más eficaz que el de la bleomicina por contacto”, explica Casasco, por lo que se necesitan administrar mínimas dosis del medicamento, evitando los efectos tóxicos y aumentando tremendamente su eficacia.
El electroporador ‘Cliniporator Vitae’ dispone de distintos tipos de electrodos para las diferentes partes del cuerpo, lo que permite no matar o quemar las células sanas. Al mismo tiempo, resulta muy efectivo con los linfangiomas microquísticos, muy difíciles de tratar de otro modo, pues la electroporación consigue abrir todas las células implicadas y favorece la entrada de la bleomicina.
“Hemos constatado que a los dos o tres meses de iniciado este tratamiento ya se empiezan a notar los efectos positivos en las malformaciones vasculares superficiales de bajo flujo, como angiomas venosos, linfangiomas o angiomas capilares. De hecho, se ha constatado una mejoría del 95% en pacientes que no tenían respuesta a otras técnicas”, concluye Casasco.
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