BARCELONA, 14 (EUROPA PRESS)
La empresa Ecoenergies Barcelona, participada por el Ayuntamiento de Barcelona, Veolia y Copisa, ha impulsado el desarrollo de una nueva planta de frío que permitirá aprovechar el frío residual del proceso de regasificación del gas natural licuado (GNL) y estará operativa en noviembre de 2023.
Con esta propuesta, Ecoenergies es la “primera red del Estado” que introduce un frío residual de regasificación como fuente energética, ha informado el consistorio en un comunicado este lunes.
El proyecto contará con 41 millones de euros para el desarrollo de la nueva planta de frío de alta eficiencia en la Zona Franca, el Puerto de Barcelona, el barrio de la Marina del Port Vermell y parte de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), y la interconexión con la Central.
En concreto, la nueva planta aprovechará el frío residual (hasta 18 megavatios) del proceso de regasificación del GNL de Enagás que “ahora se pierde tirándose al mar”, y este frío, de unos 20 grados negativos, se transportará por tuberías a la central de Ecoenergies de la Zona Franca para ser transformado en frío a cinco grados positivos y distribuido por su red de climatización.
Asimismo, se podrá utilizar directamente a su temperatura original (-20 grados) para necesidades de frío industrial en Mercabarna y en el propio Puerto, o almacenado en forma de hielo cuando no haya demanda de los clientes.
El proyecto de calor y frío de Ecoenergies comprende la operación de tres centrales de energía integradas en el entorno urbano: la central de la Zona Franca, la central de la Marina, y la central de frío del Puerto de Barcelona.
TRANSICIÓN ENERGÉTICA
Así, Barcelona “encabeza la apuesta por las redes de calor y frío en el Estado español y sigue a otras ciudades europeas” con una larga tradición en el despliegue de esta tecnología, con una estrategia que contribuye a la transición energética y al desarrollo urbanístico de la ciudad.
El consistorio calcula que este sistema es energéticamente un 30% más eficiente que soluciones individuales como calderas o aires acondicionados, con ahorros en términos de espacio e inversión inicial, y también apunta a la disminución de ruidos, vibraciones, riesgos de explosiones y minimización de emisiones de dióxido de carbono, entre otros.
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