La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala la necesidad de ampliar la cobertura a los permisos de maternidad en la región
MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Invertir en los servicios de cuidados de niños y niñas o universalizar las interrupciones para la lactancia o los permisos de maternidad podría generar más de 25,8 millones de empleos en América Latina y el Caribe, según el estudio ‘Los cuidados en el trabajo en América Latina y el Caribe: Invertir en licencias y servicios de cuidados para una mayor igualdad en el mundo del trabajo’, elaborado por la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Una simulación global realizada por la OIT en 82 países del mundo difundida a comienzos de año, y que incluyó a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú, estimó que invertir en estos aspectos, generaría millones de empleos directos e indirectos, de los cuales el 90% serían formales y el 80% los realizarían mujeres.
En palabras de la autora del informe, Larraitz Lexartza, a pesar de los avances concretados en la última década, los países de la región enfrentan “importantes desafíos” en el ámbito de los cuidados. “La pandemia ha evidenciado aún más la centralidad de los cuidados y la urgencia de consolidar y ampliar los esfuerzos realizados”, ha añadido.
22 PAÍSES DE LATINOAMÉRICA NO PROTEGEN A LAS MUJERES EMBARAZADAS
De los 32 países de la región latinoamericana, 22 no establecen medidas de protección de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia frente al trabajo nocturno, y diez no cuentan con ninguna protección contra el trabajo “penoso, peligroso, insalubre, tóxico y nocivo”.
Además, en 12 países las mujeres no tienen derecho a interrupciones para la lactancia remuneradas y, en los veinte que sí lo reconocen, su financiamiento es responsabilidad de los empleadores. De entre los países que establecen este derecho, en siete no estipulan el periodo por el que se puede disfrutar de él
Asimismo, si bien todos los países analizados reconocen el derecho a la licencia de maternidad, son “considerables” las brechas con respecto a los estándares internacionales en términos de duración, prestaciones pecuniarias y financiamiento, ya que en 17 países la duración de las licencias es de menos de 14 semanas, periodo mínimo estipulado en el Convenio número 183 de la OIT.
“En cuatro países, la prestación pecuniaria durante la licencia representa menos de dos terceras partes del ingreso previo, y todavía en un país el financiamiento de las prestaciones está a cargo del empleador”, ha explicado la oficina regional de la OIT.
En cuanto a las licencias de paternidad, doce países aún no reconocen este derecho. Entre los que sí cuentan con este tipo de permiso, en diez tiene una duración de cinco días o menos.
A su vez, en la mayoría de los países de la región existe un considerable desfase de tiempo entre el final de las licencias para el cuidado de los recién nacidos y el inicio de los servicios de cuidado infantil universales estatutarios o el inicio de la primaria obligatoria.
En ese tiempo las familias carecen “del apoyo necesario” para el cuidado de sus hijas e hijos. En 23 de los 29 países para los que se dispone de información las brechas van desde los 2,7 años hasta los 6,7 años.
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