El paciente, de 33 años, se recupera satisfactoriamente
BARCELONA, 8 (EUROPA PRESS)
El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha implantado “por primera vez” una válvula endobronquial para tratar una fístula de aire persistente, una técnica mínimamente invasiva que permite solucionar la pérdida persistente de aire en los bronquios afectados.
El jefe clínico de la Unidad de Broncoscopias y Neumología Intervencionista de Sant Pau, Alfons Torrego, ha asegurado que el tratamiento consiste en colocar una válvula bronquial unidireccional que “permite la salida de aire a la vez que impide su entrada en el pulmón afectado”, ha informado este martes el hospital en un comunicado.
Torrego ha subrayado que la terapia, que es mínimamente invasiva, está indicada en pacientes con enfisema pulmonar y en fístula de aire persistente.
El paciente tratado en Sant Pau, un hombre de 33 años, llegó a Urgencias con dolor en el costado derecho, y la adjunta de la Unidad de Broncoscopias del Servicio de Neumología y Alergia, Virginia Pajares, ha explicado que tras diversas pruebas confirmaron que presentaba una fístula aérea broncopleural en el lóbulo superior del pulmón derecho y un colapso pulmonar secundario que no se resolvió con el drenaje pleural.
Pajares ha explicado que, tras explicar el caso, indicaron el procedimiento de colocación de la válvula: “En aquel momento el paciente estaba en una situación clínica inestable a causa del colapso del pulmón derecho”, ha dicho.
PROCEDIMIENTO
El procedimiento, que se llevó a cabo con anestesia general, se inicia con la verificación, mediante una broncoscopia y de forma sistemática con la oclusión de todos los bronquios del pulmón afectado, en qué lugar exacto se encuentra la fístula.
Torrego ha explicado que luego se mide el bronquio para determinar cuál es la medida de la válvula que necesita el paciente, que se coloca a través del canal del broncoscopio, y finalmente se verifica que la colocación es correcta y finaliza la broncoscopia.
Ha señalado que, en este caso, “solo se colocó una válvula, ya que la verificación inicial concluyó que solo era necesario actuar sobre un único bronquio para cerrar la fístula”.
Torrego ha subrayado que 24 horas después de la colocación de la válvula el pulmón afectado “mostraba signos radiológicos de reexpansión, y 10 días después no hubo más fuga aérea y el paciente se está recuperando satisfactoriamente”.
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