MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Un 25% de los jóvenes españoles apoyan afirmaciones racistas y hasta un 40,3% indica que la falta de adaptación de las personas inmigrantes es el desencadenante de los discursos racistas.
Estas son algunas de las principales conclusiones de la investigación ‘Jóvenes y racismo. Estudio sobre percepciones y actitudes racistas y xenófobas entre la población joven de España’, elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD Juventud, cuyos resultados se publicaron este martes.
El trabajo, realizado entre 1.200 jóvenes de 15 a 29 años, tiene como objetivo detectar la existencia de estereotipos, actitudes racistas o xenófobas entre los jóvenes, conocer el grado de discriminación que éstos sufren o ejercen por razones de origen, etnia, cultura y/o religión, identificar los colectivos más o menos discriminados y tener presente cómo el grado en que perciben que esa discriminación opera en la sociedad española.
A pesar de que el 75% de los jóvenes españoles rechaza postulados racistas, aprecia la multiculturalidad y apoya la protección de los colectivos vulnerables, el informe incide en que un 25% muestra actitudes o comportamientos racistas y que hasta un 40,3% señala que la falta de adaptación de las personas inmigrantes es el desencadenante de los discursos racistas.
A su vez, el 57,2% de los encuestados consideraría positivo que personas de cualquiera de las minorías consultadas ocupasen una posición social de responsabilidad como la de alcalde.
La ideología constituye “una variable determinante” a la hora de expresar opiniones y manifestar actitudes racistas, como lo atestigua que quienes lo hacen se posicionan ideológicamente en la extrema derecha. Por su parte, las mujeres rechazan más que los hombres los postulados racistas.
La encuesta expone tres motivos principales por lo que se discrimina en España: el origen étnico (42,3%), por sexo o género (40,5%) y por la orientación sexual (39%). Tras ellos, se sitúan la discriminación por país o lugar de origen (31,5%) y los rasgos racializados (21,6%) Únicamente el 26% de los encuestados señalan que nunca se han sentido discriminadas.
Los jóvenes españoles culpan de la difusión de discursos racistas a los medios de comunicación y la imagen que dan de la inmigración (60,4%) y a las propuestas xenófobas de los partidos de extrema derecha (49,7%).
El informe también pone de manifiesto el alto nivel de discriminación y de racismo que sufren las personas de étnica gitana, como lo evidencia que sea el grupo más rechazado como vecino (24%), para ocupar puestos de responsabilidad en el trabajo o en la docencia (24%), para ser agentes de policía (más del 25%) y para ser alcalde (30%).
En esa línea, un 16,3% de los jóvenes dice que preferiría no tener una relación personal con personas de étnica gitana, siendo las peor valoradas a la hora de entablar una amistad o una relación íntima, junto con las personas procedentes de Marruecos y las de religión musulmana.
Con la excepción de las personas de etnia gitana, marroquíes y musulmanes, los jóvenes muestran una “alta aceptación” para la convivencia próxima del resto de grupos minoritarios.
ANTIRRACISMO
Las opiniones vinculadas al antirracismo/racismo cruzadas con la diversidad percibida en el contexto muestran dos tendencias principales, aparentemente contradictorias: por un lado, quienes viven en barrios o estudian en colegios muy diversos, son más proclives a manifestar opiniones racistas; por otro lado, quienes cuentan con más diversidad en el grupo de amigos, son menos racistas.
Los autores del informe creen que “cuando las relaciones con las minorías discriminadas implican vinculaciones afectivas o son, al menos percibidas como elegidas, se tiene a manejar opiniones antirracistas frente a situaciones en las que la diversidad no se produce por elección”.
Por otro lado, el 32,6% de los encuestados reconoce haber presenciado agresiones físicas por motivos racistas y el 49,8% afirma que ha sido testigo de burlas o insultos en redes sociales por la misma razón.
Mientras tanto, el 14,4% confiesa haber sufrido agresiones físicas por motivos racistas, y el 24,3% afirma haber sido objeto de burlas o haber recibido insultos en espacios públicos por la misma razón.
Únicamente el 5,7% de los jóvenes señala haber agredido a alguien por motivos racistas, mientras que el 15,1% manifiesta haber desplegado actitudes de desconfianza ante minorías.
El porcentaje que las ha sufrido va del 14,4% en el caso de agresiones físicas al 24,3% en el caso de burlas o insultos en espacios públicos presenciales. Y en cuanto al porcentaje de jóvenes que la han ejercido va del 5,7% en el caso de agresiones físicas al 15,1% a la hora de desplegar actitudes de desconfianza ante minorías.
Por último, el informe refleja que existe una “fuerte asociación” entre quienes han sufrido comportamientos discriminatorios y el hecho de realizarlos. Así, más del 20% de los jóvenes que los han sufrido terminan perpetrando algún tipo de actitud racista, que quienes no los han sufrido (alrededor del 10% en actitudes de desconfianza y menos del 5% en otro tipo de comportamientos racistas).
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