MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Una investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania y la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) ha demostrado que los servicios de urgencias abarrotados se asocian a una mayor tasa de mortalidad en todo el hospital.
Investigaciones anteriores han demostrado que el hacinamiento en los servicios de urgencias puede empeorar los resultados de los pacientes que reciben atención de urgencia.
Los pacientes que acuden a un servicio de urgencias abarrotado enferman más y tienen más probabilidades de morir que los que son atendidos en condiciones de menor aglomeración, pero los problemas asociados al hacinamiento en los servicios de urgencias no terminan en la puerta de la unidad.
Este nuevo trabajo, publicado en la revista científica ‘Health Services Research’, ha evidenciado que los pacientes de todo el hospital tienen un 5,4 por ciento más de probabilidades de morir por cualquier causa en los días en que el servicio de urgencias de ese hospital está abarrotado.
Los investigadores examinaron más de cinco millones de registros de altas de hospitales de toda California entre octubre de 2015 y finales de 2017. Aparte de los registros de los hospitales más pequeños, los registros de pacientes menores de 20 años y los registros de pacientes transferidos entre hospitales, se capturaron todas las altas hospitalarias en el estado.
Los investigadores descubrieron que las personas tenían más probabilidades de morir en los días en que el servicio de urgencias de su hospital estaba abarrotado.
En el estudio, los investigadores midieron la saturación contando el número de personas en el servicio de urgencias. Desde el punto de vista conceptual, la saturación de los servicios de urgencias es algo más complejo que el número de personas en el servicio; también tiene que ver con el nivel de personal, el número de camas de hospitalización disponibles y la complejidad de los casos que se tratan.
Sin embargo, otros estudios anteriores han demostrado que el recuento de personas en el servicio de urgencias puede ser un indicador eficaz de todos estos factores.
“Aunque se sabe que la falta de camas de hospitalización disponibles puede provocar una aglomeración en el servicio de urgencias, es la primera vez que la investigación examina si esta aglomeración se asocia a problemas en todo el hospital. Como esta asociación se acaba de descubrir, no sabemos con certeza cuál es la causa del aumento de las muertes, pero el aumento de la carga de trabajo de las enfermeras y los médicos hospitalizados parece ser un factor probable”, ha comentado Charleen Hsuan, profesora adjunta de Política y Administración Sanitaria y autora principal del artículo.
A lo largo del estudio, una media del 2,6 por ciento de los pacientes hospitalizados murió durante su estancia en el hospital. A medida que el servicio de urgencias de un hospital se llenaba más, las personas de ese hospital tenían más probabilidades de morir.
Cuando la ocupación de los servicios de urgencias era superior a la media, los pacientes ingresados en el hospital tenían un 3,1 por ciento más de probabilidades de morir.
Cuando los servicios de urgencias estaban más abarrotados, los pacientes hospitalizados tenían un 3,8 por ciento más de probabilidades de morir que la media de la tasa de mortalidad de todos los pacientes. Cuando los servicios de urgencias estaban más saturados, los pacientes tenían un 5,4 por ciento más de probabilidades de morir.
“No estamos diciendo que la gente muera a causa de la saturación de los servicios de urgencias. No se han explorado las causas de la muerte. Sin embargo, lo que muestran estos resultados es que cientos de personas más murieron cada año en estos hospitales cuando los servicios de urgencias estaban abarrotados que cuando los servicios de urgencias estaban menos llenos. Sea cual sea la razón o las razones, está claro que es importante entender este fenómeno”, ha detallado Hsuan.
Los investigadores afirman que hay que abordar la situación, pero advierten que es demasiado pronto para aplicar soluciones. Uno de los factores es que los datos se recogieron en California, uno de los únicos estados de Estados Unidos que legisla los niveles mínimos de personal de enfermería.
Así, vaticinan que, aunque no se ha evaluado, la tasa de mortalidad será aún mayor cuando un servicio de urgencias está abarrotado en los estados donde los niveles de personal de enfermería son más bajos.
“Una cosa está clara: la saturación de los servicios de urgencias es un problema de todo el hospital. Cuando los responsables políticos y los gestore de los hospitales piensan en este problema, deben tener en cuenta las repercusiones en todos los pacientes y no sólo en los del servicio de urgencias. Los responsables deben adoptar una perspectiva sistémica para mejorar la calidad de la atención en los hospitales”, ha remachado Hsuan.
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