BERLÍN, 5 (DPA/EP)
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha mostrado este sábado su malestar con los ataques contra obras de arte en museos de Europa por parte de activistas climáticos para denunciar el calentamiento global y la falta de políticas adecuadas de respuesta.
“Reconozco que no me gusta que las obras de arte sean manchadas con puré”, ha afirmado Scholz durante un acto de su Partido Socialdemócrata (SPD) celebrado en Berlín.
En las últimas semanas obras de arte de museos de Berlín, Londres, Roma, Ámsterdam o Madrid han sido atacadas con sopa de tomate, puré de patata, puré de guisantes o sangre falsa.
Para Scholz, los manifestantes deberían repensar el objetivo de estas acciones y ha advertido de que podrían estar consiguiento justo lo contrario con iniciativas como la de pegarse a la calzada para impedir el tráfico como hace el grupo alemán Última Generación, Letzte Generation.
“Creo que la gente que se ve en un atasco no comprende de repente la gravedad del problema, sino que simplemente se enfada y eso creo que no es una buena idea”, ha argumentado.
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