MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El Foro de la Industria Nuclear ha lanzado un aviso al “próximo” Gobierno que emane de las elecciones generales previstas para el año 2023 de que si tuviera la intención de alargar la vida útil de las centrales nucleares habría que entrar en una “negociación”, ya que el sector no está dispuesto a operar sin un precio “garantizado”.
El presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, ha expuesto en un encuentro informativo con periodistas que “no es tan simple como parece” alargar la vida útil de las centrales, un supuesto que requeriría “entrar en una negociación”. No obstante, asegura que la industria sí se plantea alargar su operación siempre y cuando se pacte una retribución garantizada, con requisito de estabilidad, así como disponer de un marco jurídico “estable, predecible y sin más cargas”.
En este contexto, ha añadido que “directamente el Foro” no ha hablado aún con el nuevo presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien sí ha hablado públicamente de la posibilidad de alargar la vida útil del parque nuclear. “Otros partidos se oponen totalmente a la nuclear”, ha reseñado Araluce, que asegura que, en todo caso, la industria trabaja “con el Gobierno que esté”.
En concreto, ha reclamado un “pacto de Gobierno” porque la industria nuclear quiere una “retribución remunerada asegurada y estable durante toda la vida de las centrales nucleares” que cubra tanto los costes como las inversiones aún no amortizadas y las inversiones futuras, entre las que ha destacado los 200 millones de euros anuales aproximados en actuaciones de mejora que “también” hay que amortizar.
“Si me obligan a funcionar hasta una fecha, me deben asegurar un beneficio”, argumenta Araluce, que recuerda que cuando una central pide un permiso, normalmente a diez años, se compromete a operar esos años.
De hecho, el sector se queja de los elevados costes y fiscalidad que soporta, con impuestos “redundantes” que llegan al entorno del 30 por ciento, para una energía “diferente” que no puede parar cuando quiera y a la que aún le quedan por amortizar, entre 4.500 y 5.000 millones de euros.
Por otro lado, apunta que de acuerdo con el calendario de cierre pactado en 2019 con Enresa y el Gobierno “para que siguiera funcionando” el parque nuclear hasta 2035, con un inicio de previsión de cierre en 2027, se calculó una nueva tasa de Enresa para cubrir todos los gastos. Por tanto, observa que si ahora se entrase en un escenario de alargar la actividad de los reactores la decisión habría de ser tomada como tarde en 2024, antes de iniciar el plan previsto de actuaciones de cara a su futuro cierre a partir de 2027.
“No estamos dispuestos a pagar más de lo que ya estaba pactado”, afirma Araluce, que no entiende por qué el borrador del plan estatal de residuos nucleares que está ahora en manos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico eleva en 700 millones el coste de construir un almacén temporal centralizado, que ya estaba previsto en la localidad conquense de Villar de Cañas (Cuenca) con un presupuesto de unos 733 millones de euros en 2013, es decir que prácticamente se duplicaría.
En el caso de optar por almacenes temporales (ATD) el sobrecoste sería de unos 2.137 millones de euros que los titulares de los reactores no quieren pagar por lo que para Araluce su “ideal” pasaría por construir almacenes temporales individualizados (ATIS) “ineludibles” y que se utilicen el mínimo tiempo posible mientras se adelanta la decisión de construcción del almacén geológico profundo (AGP), que ahora está previsto en el borrador del VII Plan de residuos nucleares propuesto por ENRESA para entrar en funcionamiento en 2073.
URANIO RUSO
Por otro lado, el presidente del Foro de la Industria Nuclear ha asegurado que el suministro de uranio para el parque nuclear español “no está en riesgo” porque están cubiertos en torno a dos años: los 18 que dura el combustible dentro del reactor, más los dos meses previos con los que el reactor debe contar con el nuevo combustible y una reserva adicional nacional de otros dos meses.
Si bien, ha analizado que a pesar de que el acceso al uranio “no está en riesgo, tampoco está en la mejor situación”.
“Lo más complicado es el enriquecimiento del uranio, ya que en torno a un tercio está en Rusia, por lo que los países están empezando a aumentar su capacidad de enriquecer el mineral”, ha concluido.
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