MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, defendió este jueves que los técnicos de la Comisión Europea con los que España está discutiendo la reforma de pensiones “se equivocan” al pedir un mecanismo de sostenibilidad de carácter automático, ya que el ministro apuesta, como establece la ley actual, por una “regla semiautomática” que llegue hasta 2032 y que luego pueda ser “reevaluada” por el Gobierno de turno y los agentes sociales en función de las circunstancias de ese momento.
Escrivá se expresó de este modo en unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), donde afirmó: “Me siento muy cómodo discutiendo con la Comisión, porque me parece que lo que estamos discutiendo es un tema conceptual y creo que se equivocan”.
La reforma de pensiones del Gobierno sustituyó el ‘factor de sostenibilidad ‘ de la ley de 2013 por el Mecanismo de Solidaridad Intergeneracional (MEI), vigente hasta 2032 y cuyo fin es impulsar la sostenibilidad del sistema de pensiones. El ministro reconoció que el mecanismo anterior era automático, pero “mal diseñado” y, por tanto, “nunca se llegó a aplicar”.
Por ello, sostuvo que no sirvió “de nada” que fuera automático y abogó por reglas semiautomáticas que sean “robustas” y se puedan poner realmente en marcha.
En todo caso, el ministro defendió que la Comisión Europea no está cuestionando el conjunto de la reforma del sistema de pensiones y explicó que lo único que pide Bruselas es que haya un mecanismo “que trascienda a la fecha del 2032”, por lo que “lo que ocurra entre el 2023 y el 2032 no está en discusión”. Por este motivo, calificó esta discusión como “un poco de tercer nivel”.
Con todo, el titular de la cartera de Seguridad Social se mostró convencido de que finalmente habrá acuerdo con la Comisión, aunque lamentó que “nos hemos encontrado” que “los que llevan la negociación con nosotros” no “empatizan con esta forma de ver el mundo”, en referencia a que “las reglas automáticas cada vez se defienden menos”.
GASTO
Por otra parte, el ministro auguró que el alza de las pensiones para 2023 “no va a variar mucho” del 8,5% previsto por el Gobierno, ya que la variación que pueda experimentar la inflación con noviembre no alterará de forma importante la media del IPC anual que se calculará este mes.
Asimismo, estimó que en 2023 el gasto en pensiones no será “muy distinto” en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) en comparación con este año, cuando se encuentra en torno al 12%.
“Si el déficit de la Seguridad Social está básicamente convergiendo al equilibrio, quiere decir que ingresos y gastos están relativamente equilibrados en este momento”, abundó el ministro, quien comentó que la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) espera que el déficit de la Seguridad Social sea del 0,3% dentro de un trienio.
Preguntado por la posible modificación del período de cálculo y la reforma del abordaje de las “lagunas” en la trayectoria profesional de las personas, el ministro apostó por la “discreción” mientras se produce la negociación con sindicatos y patronal. Eso sí, avisó de que las mujeres se ven más afectadas por períodos de “laguna” en sus carreras, por lo que abrió la puerta a incorporar en este sentido una perspectiva de género en la negociación.
Finalmente, el ministro puso en valor los efectos que está teniendo la nueva legislación en materia de pensiones y recordó que, hasta septiembre, las jubilaciones anticipadas con 61 años han caído un 12%, mientras que han subido un 7% las personas que se retiran con más de 65 años en comparación con los ejercicios anteriores a la pandemia.
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