MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, destacó este miércoles que, hasta el mes de septiembre, se ha producido un descenso del 12% en el número de personas que se jubilan con 61 años, mientras que las personas que se jubilan con más de 65 años han repuntado un 7%, lo que el ministro atribuyó en buena medida a los incentivos que contempla la reforma de pensiones que entró en vigor en enero de este año.
“La jubilación demorada y, en general, la extensión de la edad efectiva de jubilación, es probablemente el mecanismo más potente de solidificación del sistema de pensiones”, declaró Escrivá durante la clausura del ‘Congreso Internacional Economía de la Longevidad’, organizado por la Fundación General de la Universidad de Salamanca a través del Centro Internacional sobre el Envejecimiento.
El ministro señaló que la nueva legislación de pensiones recoge incentivos que pueden llegar a 12.000 euros por año demorado en la jubilación que se puede percibir en un pago único en el momento del retiro, al tiempo que resaltó que se ha derogado un artículo del Estatuto de los Trabajadores sobre “jubilación forzosa”, porque “dificulta objetivamente” cualquier política de impulso a la jubilación demorada.
En este sentido, defendió que “con incentivos positivos, sin obligar a nadie a hacer nada que no quiera”, se pueden conseguir resultados “muy interesantes” para la vida de las personas que quieren seguir trabajando, así como para la sostenibilidad del sistema de pensiones.
De este modo, el titular de la cartera de Seguridad Social subrayó que España es uno de los países con más esperanza de vida del mundo, aunque desde 2014 los factores que favorecían esta tendencia se han ido “agotando” y el alza se ha estabilizado.
Además, puso en valor que en España no solo ha crecido la esperanza de vida, sino que las personas viven con mejor salud. “No solo tenemos mayor esperanza de vida, sino mayor calidad de vida, y por tanto, posibilidad de trabajar”, añadió el ministro, quien explicó, eso sí, que no se refiere a todas las actividades económicas.
DISCRIMINACIÓN POR EDAD
En este sentido, Escrivá atribuyó el ” retraso” en el aumento de personas mayores en el mundo laboral a una “discriminación” por edad, especialmente hacia las mujeres. A su juicio, este hecho hace que se pierda “talento” y “lo que no puede ocurrir es que personas que quieran seguir trabajando a determinada edad se encuentren con dificultades para hacerlo”.
Por ello, sostuvo que hay “un elemento cultural” en las empresas y entre los agentes sociales que hace que haya que potenciar que la vida laboral puede ser más larga. En esta línea, explicó que hay personas que, a partir de cierta edad, pueden tener “un trabajo más de asesoramiento”, pero no se debe plantear únicamente en “términos duales de se trabaja o no se trabaja”.
Además, defendió que en ningún caso el hecho de que más personas mayores trabajen hace que los jóvenes encuentren más dificultades para incorporarse al mercado laboral. Para ello, puso como ejemplo que la mayor presencia de las mujeres en el mundo laboral no redujo el empleo de los hombres.
REVALORIZACIÓN DE PENSIONES
Por otra parte, el ministro volvió a defender la necesidad de revalorizar las pensiones con la inflación media anual calculada este mes de noviembre y recordó que el Ejecutivo estima que la subida para 2023 será de entorno al 8,5%. Según Escrivá, los pensionistas están más expuestos a patrones de consumo que se ven más afectados por el alza de precios.
Asimismo, tildó de “extemporáneas” las propuestas que apuntan a que no se eleven con la inflación las pensiones más altas, al tiempo que subrayó que el país tiene un gasto en pensiones en el 12% del Producto Interior Bruto (PIB) “que podemos financiar”.
Igualmente, puso en valor la reducción del déficit que se ha ido produciendo en la Seguridad Social que, en 2022 y 2023 se situará en el entorno del 0,5%. Asimismo, de no producirse el escenario actual de elevada inflación, este organismo entraría el próximo ejercicio prácticamente en superávit, según el ministro.
En la evolución positiva de las cuentas de la Seguridad Social, Escrivá remarcó el peso que está teniendo el aumento de la recaudación por cotizaciones sociales, algo que achacó, entre otras cuestiones, a la mejora de la “calidad” en el empleo.
Otro de los factores es que el Estado cada vez está asumiendo vía transferencias de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) los “gastos impropios” de la Seguridad Social. Esta cuantía será de unos 20.000 millones de euros en 2023, lo que según detalló el ministro, se denominó en el Pacto de Toledo “separación de fuentes”.
Por último, el ministro puso en valor el mecanismo de equidad intergeneracional con el que, a través de un aumento de las cotizaciones del 0,6% (0,5% a empresas y 0,1% a los trabajadores) se volverán a generar “ahorros” en la conocida como ‘hucha de las pensiones’.
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