MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
La ministra del Interior de Reino Unido, Suella Braverman, ha reconocido este lunes en una carta enviada al Comité Selecto de Asuntos Internos que se saltó los protocolos de seguridad en hasta seis ocasiones en un contexto especialmente delicado por la fallida política económica que provocó la salida de la ex primera ministra británica Liz Truss.
“Envié documentos oficiales desde mi correo electrónico del Gobierno a mi dirección de correo electrónico personal en seis ocasiones”, ha detallado en su carta Braverman, quien, tras dimitir por haber reconocido una primera infracción, volvió a ocupar el cargo de ministra del Interior con el nuevo ‘premier’, Rishi Sunak.
De esta forma, tras disculparse nuevamente por estas infracciones, que la hicieron dimitir a mediados de octubre, ha justificado que su razón para enviar estos correos a su teléfono personal reside en que en ocasiones realizaba reuniones virtuales o entrevistas relacionadas con su trabajo mientras se encontraba de viaje.
“No fue posible usar un solo dispositivo para realizar las reuniones y leer los documentos al mismo tiempo”, ha dicho, agregando que, “ocasional y excepcionalmente”, utilizó este método para poder leer documentos para “realizar negocios esenciales”.
Braverman abandonó el 18 de octubre el gabinete de Liz Truss, apenas dos días antes de que la jefa de Gobierno anunciase su propia salida. La ministra atribuyó entonces su dimisión a un problema “de índole burocrática” tras reconocer que había enviado desde su correo electrónico personal “parte de un compromiso político” sobre migración a otro parlamentario.
La ministra del Interior dimitió tras detallar que el destinatario del correo electrónico era un parlamentario de “confianza”, aunque recalcó que la forma en la que esta información fue transferida constituía “una infracción técnica de las normas”.
Braverman también aludió a que el Ejecutivo británico estaba pasando por un momento “tumultuoso” y que tenía “preocupación” sobre la dirección del gobierno de la exministra Truss que, dijo, rompió “promesas clave”, especialmente en el ámbito de la migración.
Así, subrayó la importancia de asumir los errores y apartarse, sin esperar a que los problemas se resuelvan “por arte de magia”, dando a entender que la salida tenía un marcado componente de malestar hacia la gestión de Truss, algo que Braverman nunca llegó a reconocer de viva voz.
La ministra del Interior también generó polémica después de asegurar que su “sueño”, su “obsesión”, era ver cómo un avión deporta hacia Ruanda a quienes piden asilo en Reino Unido, en relación a la medida migratoria con la que Londres pretende enviar al país africano a quienes lleguen irregularmente al país mientras dirimen qué hacer con sus solicitudes.
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