MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
El todavía presidente de Líbano, Michel Aoun, se ha despedido este domingo de su cargo, a 24 horas del final oficial de su mandato, firmando la carta de renuncia del actual Gobierno, un gesto simbólico por el que pretende quitar al primer ministro designado, Nayib Mikati, cualquier tipo de competencia para asumir parte de los poderes de la Presidencia, ahora mismo vacante ante la ausencia de un sucesor, en medio de la asfixiante crisis política y económica que atraviesa el país.
“Esta mañana, he enviado una carta al Parlamento con la firma del decreto de renuncia del Consejo de Ministros saliente de Nayib Mikati”, ha anunciado el veterano político, de 89 años, en su discurso de despedida en el Palacio Presidencial de Baabda, a las afueras de Beirut.
Cabe recordar que el Gobierno dimitió desde el final de la anterior legislatura, con la elección en mayo de un nuevo Parlamento. Sin embargo, la misiva supone un ataque bastante contundente contra la legitimidad de las funciones actuales de Mikati.
De hecho, el favorito de Aoun para sucederle en la Presidencia, Gebran Bassil, su yerno, acusó el sábado a Mikati y al presidente del Parlamento, Nabih Berri, de hacer planes para la era posterior a Aoun para “subastar” los poderes restantes del presidente. Mikati, por contra, asegura que no tiene intención de tomar decisión alguna que contravenga la Constitución del país.
En su carta, Aoun llama a la convocatoria de urgencia de una sesión del Parlamento dentro de tres días para leer en voz alta su decreto de disolución con la esperanza de acelerar las negociaciones para encontrarle sustituto. Sin presidente no pueden entrar en vigor las leyes aprobadas en la cámara, ni se puede designar a un primer ministro, ni aprobar gabinetes antes de su ratificación parlamentaria.
Asimismo, Aoun también ha criticado duramente al gobernador del Banco Central de Líbano, Riad Salamé, imputado en marzo por enriquecimiento ilícito, al igual que su hermano Raja, acusado de haber organizado a través de varias empresas de su propiedad una trama corrupta para lavar dinero.
Los cargos forman parte de una demanda en la que se acusa a ambos hermanos de un delito de malversación de fondos y enriquecimiento ilícito durante la peor crisis financiera de la historia de Líbano, una de las peores registradas a nivel mundial desde mediados del siglo XIX, según afirmó en junio de 2021 el Banco Mundial. El proceso está a la espera de juicio.
Aoun ha lamentado en su discurso “todos los delitos financieros que fueron cometidos por el gobernador del Banque du Liban (BDL)”, y criticó la impunidad de la que parece hacer gala antes de preguntarse “quien lo protege”. Asimismo, el presidente llamó una vez más a la puesta en marcha de reformas en un país que describió como “saqueado” y a “deshacerse” de la gente que ha bloqueado la investigación de las trágicas explosiones de agosto de 2020 en el puerto de Beirut.
“El poder judicial no está desempeñando su papel y los culpables aún están fuera de los tribunales, quizás porque son compinches de los que están a cargo”, ha añadido.
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