MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Grupo Asesor Técnico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 (TAG-VE, por sus siglas en inglés) ha concluido que las subvariantes de ómicron BQ.1 y XBB no son suficientemente diferentes para ser catalogadas como variantes.
“Sobre la base de las pruebas actualmente disponibles, el TAG-VE no considera que el fenotipo general de XBB y BQ.1 difiera lo suficiente entre sí, o de otros linajes de ómicron con mutaciones de escape inmunológico adicionales, para justificar la designación de nuevas variantes”, ha explicado este grupo de expertos en un comunicado tras reunirse el pasado lunes 24 de octubre.
De esta forma, el TAG-VE ha determinado que estos dos sublinajes “siguen formando parte de ómicron, que continúa siendo una variante preocupante”. Esta decisión, en cualquier caso, “se reevaluará periódicamente”. “Si se produce alguna novedad importante que justifique un cambio en la estrategia de salud pública, la OMS alertará rápidamente a los Estados Miembros y al público”, remacha el TAG-VE.
XBB es una recombinación de los sublinajes de ómicron BA.2.10.1 y BA.2.75. Con datos de la semana del 3 al 9 de octubre, tiene una prevalencia mundial del 1,3 por ciento y se ha detectado en 35 países. Se ha producido un amplio aumento de la prevalencia del XBB* en la vigilancia genómica regional, pero todavía no se ha asociado sistemáticamente con un aumento de las nuevas infecciones.
“Aunque se necesitan más estudios, los datos actuales no sugieren que haya diferencias sustanciales en la gravedad de la enfermedad para las infecciones por XBB. Sin embargo, hay pruebas preliminares que apuntan a un mayor riesgo de reinfección, en comparación con otros sublinajes de ómicron en circulación”, detalla este grupo de expertos.
Asimismo, indican que “por el momento no hay datos que apoyen el escape de las respuestas inmunitarias recientes inducidas por otros linajes de ómicron”. “Que el mayor escape inmunitario del XBB sea suficiente para impulsar nuevas oleadas de infección parece depender del panorama inmunitario regional, afectado por el tamaño y el momento de las oleadas anteriores de ómicron, así como de la cobertura de vacunación de COVID-19”, aclaran.
En cuanto a BQ.1, es un sublinaje de BA.5, que porta mutaciones de pico en algunos sitios clave. Además de estas mutaciones, porta una mutación en espiga adicional en un sitio antigénico clave (es decir, R346T). En la semana del 3 al 9 de octubre, BQ.1 tiene una prevalencia del 6 por ciento y se ha detectado en 65 países.
Aunque no hay datos sobre la gravedad o el escape inmunológico de los estudios en humanos, BQ.1 “está mostrando una ventaja de crecimiento significativa sobre otros sublinajes de ómicron circulantes en muchos entornos, incluidos Europa y los Estados Unidos, y por lo tanto justifica una estrecha vigilancia”.
“Es probable que estas mutaciones adicionales hayan conferido una ventaja de escape inmunológico sobre otros sublinajes de ómicron en circulación, y por lo tanto un mayor riesgo de reinfección es una posibilidad que necesita más investigación. En este momento no hay datos epidemiológicos que sugieran un aumento de la gravedad de la enfermedad”, han establecido.
Los expertos consideran que “queda por establecer el impacto de los cambios inmunológicos observados en el escape de la vacuna”. “En base a los conocimientos disponibles actualmente, la protección de las vacunas (tanto las vacunas índice como las bivalentes recientemente introducidas) contra la infección puede verse reducida, pero no se prevé un impacto importante en la protección contra la enfermedad grave”, han remachado.
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