MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Las asociaciones del sector del automóvil en España (Anfac, Faconauto y Ganvam) han solicitado al Gobierno medidas específicas que permitan a la automoción llevar a cabo la transición hacia la movilidad eléctrica.
Este posicionamiento de las tres organizaciones se produce después de que los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo cerraran la pasada noche un acuerdo de principio para que a partir de 2035 los turismos y vehículos comerciales nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean “cero emisiones”, lo que supondrá la prohibición de comercializar vehículos de combustión, lo que incluye gasolina, diésel e híbridos.
Tanto Anfac como Faconauto y Ganvam defendieron que si se lleva a cabo un endurecimiento de las exigencias medioambientales para el sector, este venga acompañado de medidas del mismo nivel que permitan acometer con éxito la transición hacia la movilidad sin emisiones.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) explicaron que la implementación del paquete de medidas ‘Fit for 55’ supondría un incremento de las exigencias en comparación con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Dichas fuentes apuntaron a Europa Press que la industria del automóvil “está comprometida” con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea y ya los está cumpliendo, aunque apuntaron que, si se endurecen las condiciones, “el compromiso de gobiernos y las herramientas para alcanzarlos tendrán que estar al mismo nivel”.
“Y, a día de hoy, no se está acelerando desde el Ejecutivo al mismo ritmo que le pide al sector. Urge impulsar las ventas de vehículo electrificado, porque si no se venden coches electrificados en España algunos se pueden replantear por qué invertir en electrificar sus plantas”, afirmaron.
Así, solicitaron la puesta en marcha de medidas similares a las que están aplicando otros países, como Portugal, entre las que destaca deducir el IVA a los compradores de híbridos enchufables y eléctricos puros, además de ayudas directas a la compra sin que se tengan que tramitar luego en el IRPF por la adquisición de un turismo electrificado como hace Alemania
“Es necesario que se establezcan una serie de objetivos comunes y herramientas que impulsen tanto el desarrollo de infraestructura de recargas como la entrada de vehículos electrificados. Alcanzar los objetivos de descarbonización es condición necesaria, pero hay que establecer una transición ordenada y lógica que no ponga en riesgo el futuro de la industria de la automoción”, subrayaron desde Anfac.
Por su parte, el director general de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), Fernando Miguélez, explicó que garantizar la consecución de objetivos “pasa por llevar a cabo una transición progresiva” que, respetando el principio de neutralidad tecnológica, genere un clima de complicidad con el ciudadano, evitando así la incertidumbre tecnológica que frena las ventas y acelera el envejecimiento del parque.
“Una estrategia de descarbonización basada en prohibiciones retrasa el cumplimiento de los objetivos porque frena la renovación del parque al excluir a las rentas más ajustadas de la movilidad eficiente”, añadió en declaraciones a Europa Press.
En esta línea, subrayó de que para acelerar los objetivos es necesario un acompañamiento por parte de la Administración, a través de medidas para garantizar su cumplimiento, como desarrollar una fiscalidad que apoye positivamente la descarbonización y se centre en gravar el uso, no en la compra, y una reforma de los planes de ayuda a la demanda “para hacerlos más eficaces”.
OBJETIVO “MUY AMBICIOSO”
Por su parte, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto) no se mostró sorprendida por el acuerdo alcanzado en el marco de la UE y afirmó que ya contaba con esa fecha, aunque señaló que este es un “objetivo muy ambicioso” que puede tener un papel importante en la salvaguarda de la competitividad del sector en Europa ante la pujanza de terceros países.
“Nos preocupa, eso sí, que se puedan crear dos velocidades en la UE: la de aquellos países que llegarán sin problemas y la de los que no habrán resuelto los principales escollos para llevar a cabo la electrificación del su parque automovilístico”, explicaron a Europa Press.
Así, resaltaron que en España es “clave” la colaboración entre Gobierno y sector, como fórmula para no situarse entre los países “descolgados”. No obstante, dichas fuentes señalaron que la principal debilidad española en esta transición es la implantación de los puntos de recarga, algo que en lo que, en su opinión, se necesita “mucho más dinamismo”.
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