MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
UGT denunció este viernes que los datos de Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de octubre “muestran que la deriva inflacionista no es un fenómeno coyuntural que afecta exclusivamente a los productos energéticos, sino que las grandes empresas están aprovechando el escenario actual para trasladar el alza de precios al resto de productos, ampliando desproporcionadamente sus márgenes de beneficios y encareciendo el coste de la vida”, por lo que reclamó subidas de los sueldos en convenio y elevar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
El sindicato valoró de este modo el dato de IPC adelantado correspondiente al mes de octubre y que publicó este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que cifra el alza de precios en el 7,3%, frente al 8,9% de septiembre.
Para UGT, que las empresas estén elevando sus precios y ampliando márgenes, “está reduciendo el consumo de las familias, debilitando con ello el ritmo de creación de empleo y las bases de crecimiento de nuestro país”.
UGT remarcó, en este sentido, que la tasa subyacente, que muestra la inflación de componente estructural, se mantiene en el 6,2%, “consolidando el efecto contagio sobre el conjunto de productos y servicios básicos”.
“Las rentas salariales, sin embargo, evolucionan muy por debajo del nivel de precios, con incrementos de los salarios de convenio de apenas un 2,6% en lo que llevamos de 2022, 6,2 puntos menos que la tasa de inflación media (8,8%). Además, hasta dos tercios de los trabajadores y trabajadoras (más de 5 millones) con convenio tienen pactadas subidas salariales inferiores al 2,5%, lo que confirma el notable recorte del poder adquisitivo de muchas familias trabajadoras”, explicó el sindicato.
Por ello, UGT insistió en que la solución pasa por “implementar medidas que ataquen las verdaderas causas de las presiones inflacionistas”, que son “el incremento acelerado de los costes de la energía, la distribución alimentaria y la actuación de empresas -ubicadas en sectores con poca competencia- que elevan sus márgenes a costa de los consumidores”.
De este modo, reclamó un aumento generalizado de los salarios, tanto del SMI como de los salarios de convenio, recogiendo a su vez cláusulas de revisión salarial que “protejan” el poder adquisitivo de las personas trabajadoras. Además, defendió que la firma de un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) sería un “paso importante, ya que daría confianza y certidumbre tanto a las empresas como a la clase trabajadora”.
Sin embargo, ante “la actitud irresponsable” que, en su opinión, está teniendo la patronal, animó a la ciudadanía a acudir a la manifestación convocada el 3 de noviembre en Madrid, con el objetivo de reclamar subidas salariales acordes al encarecimiento de la vida, ya que, “si no existe negociación e incremento de los salarios, la lucha en las calles y en los centros de trabajo seguirá siendo norma en el día a día”.
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