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Una ‘autopsia virtual’ identifica a un niño momificado del siglo XVII y desnutrido pese a su origen aristócrata

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MADRID, 26 (SERVIMEDIA)

Un equipo de científicos con sede en Alemania ha examinado una momia infantil del siglo XVII tras emplear ciencia de vanguardia junto con registros históricos para arrojar nueva luz sobre la infancia en el Renacimiento.

El estudio está publicado este miércoles en la revista ‘Frontiers in Medicine’. El niño fue encontrado en una cripta familiar aristocrática austríaca, donde las condiciones permitieron la momificación natural y conservar el tejido blando, que contenía información crucial sobre su vida y muerte.

Curiosamente, era el único cuerpo no identificado en la cripta, enterrado en un ataúd de madera sin identificación en lugar de los elaborados ataúdes de metal reservados para los otros miembros de la familia enterrados allí.

El equipo, dirigido por Andreas Nerlich, de la Clínica Académica Munich-Bogenhausen (Alemania), llevó a cabo una ‘autopsia virtual’ y una prueba de radiocarbono, y examinó los registros familiares y las pistas materiales clave del entierro para tratar de comprender quién era el niño y cómo fue su corta vida.

“Este es solo un caso, pero como sabemos que las tasas de mortalidad infantil temprana generalmente eran muy altas en ese momento, nuestras observaciones pueden tener un impacto considerable en la reconstrucción general de la vida de los bebés, incluso en las clases sociales más altas”, indica Nerlich.

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BIEN ALIMENTADO, MAL NUTRIDO

La ‘autopsia virtual’ se realizó mediante tomografía computarizada. Nerlich y su equipo midieron la longitud de los huesos y observaron la erupción de los dientes y la formación de huesos largos para determinar que el niño tenía aproximadamente un año cuando murió.

El tejido blando mostró que se trataba de un niño y tenía sobrepeso para su edad, por lo que sus padres pudieron alimentarlo bien, pero los huesos revelan una historia diferente.

Las costillas del niño se habían deformado en el patrón llamado rosario raquítico, que generalmente arroja luz sobre el raquitismo severo o el escorbuto. Aunque recibió suficiente comida para engordar, todavía estaba desnutrido. Mientras que el típico arqueamiento de los huesos que se ve en el raquitismo estaba ausente, esto puede deberse a que no caminaba ni gateaba.

Dado que la ‘autopsia virtual’ reveló que tenía una inflamación de los pulmones característica de la neumonía y que los niños con raquitismo son más vulnerables a la neumonía, esta deficiencia nutricional puede incluso haber contribuido a su muerte prematura.

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“La combinación de obesidad junto con una deficiencia severa de vitaminas solo puede explicarse por un estado nutricional generalmente ‘bueno’ junto con una falta casi total de exposición a la luz solar”, apunta Nerlich, antes de agregar: “Tenemos que reconsiderar las condiciones de vida de los infantes de la alta aristocracia de poblaciones anteriores”.

HIJO DE UN CONDE

Sin embargo, aunque Nerlich y su equipo habían establecido una causa probable de muerte, la cuestión de la identidad del menor seguía en pie. La deformación de su cráneo sugirió que su simple ataúd de madera no era lo suficientemente grande para el niño. Sin embargo, el examen especializado de su ropa mostró que había sido enterrado con un abrigo largo con capucha hecho de seda costosa.

También fue enterrado en una cripta reservada exclusivamente para los poderosos condes de Starhemberg, quienes enterraron allí a sus titulares, en su mayoría hijos primogénitos, y a sus esposas.

Esto significaba que el niño probablemente era el primogénito de un conde de Starhemberg. La datación por radiocarbono de una muestra de piel sugirió que fue enterrado entre los años 1550 y 1635, mientras que los registros históricos de la gestión de la cripta indicaron que su entierro probablemente tuvo lugar después de la renovación de la cripta alrededor de 1600. Fue el único niño enterrado en la cripta.

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“No tenemos datos sobre el destino de otros bebés de la familia. Según nuestros datos, lo más probable es que el bebé fuera el primogénito (del conde) después de la construcción de la cripta familiar, por lo que es posible que se haya aplicado un cuidado especial”, subraya Nerlich.

Esto significaba que solo había un candidato probable para el niño del abrigo de seda: Reichard Wilhelm, cuya familia lo enterró junto a su abuelo y tocayo Reichard von Starhemberg.


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